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DEPORTE

España se queda en fuera de juego

En muy poco tiempo ha visto cómo se escapaban unos Juegos Olímpicos y un Mundial de fútbol

TOMÁS GONZÁLEZ-MARTÍN

A España se las dan todas en el mismo carrillo. Madrid se quedó sin los Juegos Olímpicos de 2012, derrotada por Londres, y sin los Juegos de 2016, superada por Río. Ahora, España se topó con Rusia en su apuesta por el Mundial 2018, cuatro meses después de disfrutar el esplendor en la hierba africana. De nada vale que seamos campeones del mundo de fútbol y de baloncesto. De que tengamos la Bota de Oro a nuestro pies. De que contemos con Gasol. De que arrollemos con Lorenzo, Elías y Márquez. De que presumamos de Alonso y Nadal. La cuestión es conocer las claves de estas decepciones. Juan Antonio Gómez Angulo, ex secretario de Estado para el Deporte, señala que la crisis económica de España y la falta de crédito de Rodríguez Zapatero son un lastre en una votación internacional. El actual secretario de Estado, Jaime Lissavetzky, defiende una postura diferente. Argumenta que el COI y la FIFA consideran prioritarios aspectos como el hecho de ser países en desarrollo que nunca organizaron un gran evento. Nueve personalidades de nuestro deporte debaten las causas de las tres negaciones.

Lissavetzky tiene claras las razones de las concesiones a Rusia 2018, Qatar 2022, Río (Juegos 2016) y Brasil (Mundial 2014): «En sus últimas decisiones, tanto el COI como la FIFA han valorado más otros factores que las conclusiones de las Comisiones de Evaluación. Porque las candidaturas de Madrid 2012 y 2016, y la Candidatura Ibérica del Mundial 2018, obtuvieron mejores calificaciones que las ciudades y países elegidos».

Lissavetzky: ¿Insistimos?

El presidente del CSD abre la espita del futuro: ¿Volvemos a presentarnos?. «Los criterios para elegir las sedes han cambiado y en el futuro podrían cambiar nuevamente, pero mientras tanto, conviene valorar y reflexionar sobre las actuales circunstancias de cara a posibles nuevas tentativas por parte de Madrid o de cara a albergar un Mundial».

Miguel Ángel López, director de la Candidatura Ibérica, pone el tiro en la diana: «Nosotros presentamos la mejor opción, según los técnicos, pero la FIFA buscó otros criterios preferentes. Prima el deseo de abrir el fútbol a países que nunca organizaron un Mundial. Si sumamos los casos de Brasil 2014 y Río 2016, se observa una tendencia a conceder los grandes eventos a naciones que deben realizar grandes inversiones en infraestructuras. Estados cuyo PIB crecerá gracias a estas obras. El de África del Sur creció un 4 por ciento».

Gómez Angulo valora que la crisis económica de las dos naciones ibéricas tuvo influencia en el triunfo ruso. «Afectan los factores externos y la situación económica de España y Portugal no es la mejor. Hoy, España no tiene el peso de hace años y la credibilidad de Zapatero es poca. Rusia, además, es un país de grandes capacidades de capital».

Otro ex secretario de Estado para el Deporte, Rafael Cortés Elvira, vislumbró lo sucedido, dadas las presiones existentes: «España y Portugal presentaban el mejor informe, pero eso ya no decide. La elección estuvo muy influenciada por Blatter. Supe por diversas filtraciones que el presidente de FIFA dijo hace meses que era la gran oportunidad de Rusia, de un país emergente. Juega la geopolítica. Lo mismo sucedió con Río 2016 y Brasil 2014».

José Luis Astiazarán, presidente de la Liga Profesional, coincide en ese favoritismo. «Rusia y nuestra Candidatura Ibérica estábamos muy parejos. Soy buen amigo de Karpin, director general del Spartak de Moscú, y me explicaba que su fútbol está progresando mucho y solo le falta consolidarse como potencia. Hay un dato importante: antes comprábamos jugadores rusos y ahora son ellos los que fichan. La FIFA y el COI decidieron dar la oportunidad a países en progresión. Qatar es otro ejemplo. Su Liga funciona desde hace doce años y le dieron el Mundial 2022. Intenta configurar su fútbol profesional. Derrotó a Estados Unidos, un país que tiene ansias de continuar creciendo en el “soccer”».

Jorge Pérez, secretario general de la Federación Española, es rotundo. «Se buscan otros mercados. Hemos constatado que los países que nunca hicieron un Mundial —como Rusia y Qatar— parten con mucha ventaja. Ya lo vimos con la concesión de los Juegos a Brasil (Río). Prima abrir mercados, otras naciones, que el fútbol sea más universal».

Mercedes Coghen, consejera delegada de Madrid 2016, vivió esta realidad cuando Río nos quitó los Juegos: «Nos pasó a la candidatura de Madrid 2016. Teníamos una gran evaluación técnica, pero ese informe no es el decisivo. Una vez que cada ciudad supera la evaluación mínima, priman otros factores, como abrir mercados, prometer grandes inversiones y tener capacidad de hacerlas».

Luis Manuel Rubiales, presidente de AFE, observa un cambio universal: «Éramos la mejor candidatura y hace veinte años se lo habrían concedido al mejor, pero ahora se me escapan los entresijos. Se buscan otros sitios, otras culturas. Blatter lo dijo: “La FIFA quiere expandir el fútbol en Europa del Este y el Oriente Medio”».

Luis Salvador García, senador del PSOE que investigó las cuentas del fútbol español, encuentra intereses superiores. «Priman los parámetros económicos. Se buscan grandes ingresos y se otorgan Mundiales y Juegos Olímpicos a estados que, como Brasil, Rusia y la exótica Qatar, deben realizar una enorme inversión con la construcción de infraestructuras y estadios».

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