Hazte premium Hazte premium

UNA HUELLA EN LA ARENA

Lo que está por hacer

El capitalismo insaciable es factible sin democracia y la democracia se resiente sin un capitalismo inteligente

FRANCISCO ESTUPIÑÁN

ZAPATERO se hizo la foto que pretende conjurar su descrédito y, ya, el de todo el país allende nuestras fronteras, después de una semana encamado para tratar de no estornudar. Teme un contagio virulento tras la noticia del ingreso en cuidados intensivos de Irlanda.

No otra cosa que la ignorancia puede llevar a una persona a la superstición de creer, primero, que negar u ocultar la realidad hace que ésta no exista y, después, que una fotografía sea capaz de exorcizar a los demonios que uno mismo ha convocado. Suenan tambores de quiebra y a quien diga que oye enorme estruendo lo llama antipatriota, aunque para él sea un concepto discutido y discutible. El PP, por su parte, parece acogido a la ley del mínimo esfuerzo y a la medición que las encuestas hacen de la postración gubernamental.

Sin embargo, todos los análisis, otra vez, vuelven a exigir un cambio estructural al considerar el actual modelo productivo como inválido. Pero la política tiene sus propias leyes e inercias, muchas veces cínicas, engastadas éstas en una estructura económica que deriva sin futuro. Así están las cosas, aunque los telediarios nos atiborren con los extraordinarios avances científicos españoles, que, a la postre, nunca se traducen en más empleos de I+D, patentes ni royalties.

En este plasma ha vuelto a recidivar un catastrófico paro, a pesar de que, hasta los últimos comicios, todos los programas electorales prometían el pleno empleo. Y la medicina que se ha aplicado ante esta situación ha sido la de siempre: montones de dinero público para subvenciones, cursos y mil zarandajas que ya demostraron no sólo su inoperancia, sino su nocividad, en el pasado decenio. Sólo las presiones de nuestros socios internacionales lograron que se tomaran las primeras medidas eficaces contra la crisis. Y ahora nos acucian para tomar más con la mayor celeridad. Porque seguimos en la cuerda floja, la marca España está hundida en los mercados globalizados y la hipocondría está rayando la neurosis en inversores, clientes, empresas, ministerios… Mientras, una izquierda decimonónica sigue aportando como toda solución intervenir en las finanzas con espíritu vengativo.

Por contra, lo exigible no es que la política controle todos los resquicios económicos, que bastante mal ejemplo ha dado con su presencia en las cajas, sino que los encauce en la dirección correcta, que no es otra que la iniciativa y la competitividad para emular a las sociedades más avanzadas y no mirar aterrorizados hacia los países emergentes. Eso es lo que está por hacer. Porque el tópico del capitalismo insaciable es factible sin democracia y, en consecuencia, la democracia se resiente sin un capitalismo inteligente.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación