Antiguas ediciones de los siglos XVII al XX, libros de viejo como los clásicos de Aguilar, novelas a precios de saldo, cómics, estampas o carteles de cine son algunas de las exquisiteces que el visitante podrá hallar en los anaqueles de los 24 expositores que componen este año la XXXIII Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Sevilla, que abrió el viernes sus puertas hasta el próximo 8 de diciembre.
Este año habrá un desafío muy importante, superar las 250.000 personas que aproximadamente pasaron por el recinto de la Plaza Nueva durante el año pasado. Para ello los 22 libreros que participan ofrecen unos atractivos fondos en donde además de la literatura —que es siempre la estrella en este tipo de eventos— se ofrecen libros de historia, cine, ciencias, gastronomía, etcétera.
El grueso de los expositores son de Sevilla, aunque también han sido invitados libreros de otros lugares de España como León, Madrid, Barcelona, Málaga, Valencia, Granada o Cádiz, entre otras procedencias.
Como ha ocurrido en los últimos años, la huella de la crisis está muy presente en una edición en donde la mayor parte del público que se acercará hasta los expositores de la Plaza Nueva irán buscando libros de ocasión a buenos precios, muchos de los cuales han estado hasta hace relativamente poco en las librerías habituales. Pero más allá de ese sector predominante, la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Sevilla concitará a un grupo de bibliófilos que van buscando joyas literarias que habitualmente no están expuestas al alcance del público. Por eso, se prevé que en el Puente de la Inmaculada se acerquen lectores procedentes de Madrid y de otros lugares de Andalucía en busca de ediciones curiosas.
Rosa Sardá es una librera de Barcelona y se puede considerar la decana en esta Feria ya que ha acudido ininterrumpidamente durante los últimos 33 años: «Mi abuelo y mi padre eran libreros, por eso aún recuerdo cuando el primer año vine acompañada por mi familia, ya que tanto mi padre como dos de mis tres hermanos se acercaron hasta Sevilla».
Considera esta experta que Sevilla es una ciudad muy importante dentro del circuito de las ferias del libro antiguo españolas. En todo caso, todos los años suele hacer un amplio circuito de ferias recorriendo Madrid, Barcelona, Córdoba, Albacete, Valencia, Castellón, Alicante, Mallorca, Ibiza, Toledo y Cáceres, entre otras poblaciones.
Reconoce que el librero de viejo no se suele centrar en una sola materia temática, sino que «intentamos tocar todas las disciplinas». En todo caso, un handicap que hace que las personas no compren tantos libros como antaño es el hecho de que los pisos sean más reducidos y no haya tan buenas bibliotecas como hace medio siglo.
Además de los efectos de la crisis, otro problema con el que se encuentran estos libreros es que muchos de ellos no cuentan con páginas webs en internet, lo cual les merma mercado porque cada vez hay un amplio sector del público que demanda más libros por la red.
Interés por la Guerra Civil
En cuanto a los libros que más se venden por lo general, casi siempre triunfan aquellos que tienen que ver con la Guerra Civil española o la II Guerra Mundial. También en Sevilla, dado el gusto que existe por las cofradías, son muy demandados libros antiguos sobre la Semana Santa. Hay asimismo un sector del público que solicita coleccionables de periódicos deportivos, carteles de cine, fotografías, etcétera.
Una de las joyas que posee Rosa Sardá en su expositor es un «Diccionario histórico y geográfico» del año 161o, que tiene un precio de 480 euros. Otro libro muy valioso es una «Historia de los Estados Unidos» (1888) con un facsímil de la Declaración de la Independencia (1776).
En estas librerías de viejo no suelen faltar clásicos de antiguas editoriales que ahora están súmamente cotizados, como los de la editorial Montaner o sobre todo los de Aguilar. De esta última se pueden hallar obras completas de autores como Mark Twain —que aparece en el cartel de la Feria porque se cumple su centenario—, Charles Dickens, Shakespeare o los llamados «Crisolines», libros de pequeño formato que esta editorial enviaba a sus suscriptores como regalo de Navidad y que pueden costar más de 60 euros.
Entre los compradores que suelen asistir a la Feria del Libro de Sevilla muchos van buscando la ganga editorial, como Ángel Martín, que es un gran lector y que aprovecha este tipo de eventos para «comprar novelas que son relativamente recientes y que cuestan como mucho cuatro o cinco euros, mientras hace unos años podían valer hasta veinte euros». También los visitantes se interesan mucho por la poesía, el teatro, los ensayos o los libros de historia. Otro de los sectores más demandados es el mundo del cine, destacando revistas, programas de mano, carteles, fotografías...
La Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Sevilla tiene igualmente espacio para los más pequeños de la casa, pues hay un amplio abanico de cómics, libros de cuentos e incluso ediciones de la saga de Harry Potter a un precio accesible.
