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Los Thyssen, en cueros

EFE

BEATRIZ CORTÁZAR

Son inseparables, y es que hasta comparten gimnasio y manicura. Borja y Blanca Thyssen podrían fusionarse en uno y ni lo notaríamos. Les vi en la exposición dedicada a «Vanity Fair», en la galería Ivory Press de Elena Ochoa. Iban a juego: en cueros. Ella, de Tot Hom y él, también en cuero negro, bastante más delgado. El morbo estaba asegurado. ¿Pero finalmente hubo reunión entre Borja y Tita? ¿Es cierto que la baronesa salió llorando tras cinco minutos de discusión? A Borja le esperaban con la ristra de preguntas preparada y sus respuestas siempre fueron las mismas: «Sobre asuntos personales, no hablo. Pregúntame por mis hijos», respondió. Blanca simplemente se rió cuando le recordaron que ella estaba «vetada» por su suegra para acudir a dicha reunión.

Eso sí, fue la propia Blanca quien me aclaró el famoso asunto de las fotos eróticas que se están pasando por los móviles. «Esas imágenes estaban colgadas en mi casa de Ibiza. Y uno de nuestros escoltas las fotografió con su móvil, de ahí que estén circulando. A mi marido le gustan y eso es lo único que importa. Es algo que pertenece a nuestro ámbito privado», asegura.

Esa misma noche tuvo lugar la presentación de la colección Primavera-Verano 2011 de Mango, cuya gran estrella fue la socialitie norteamericana Olivia Palermo, quien llegó al Palacio Cibeles junto a su pareja, Johanes Huebl. Se supone que las anfitrionas de este evento son Naty Abascal y su nuera, Laura Vecino, ya duquesa de Feria, que para algo trabajan en esa firma. Pero en el photocall Naty pasó de largo, como también lo hizo su hijo Luis, que esta semana estrena novia (Paula Belaquart) tras romper con Amanda Hearst (¿será verdad que la llamaban «la pigmea»?) Amanda carece de la gracia y simpatía de Caritina Goyanes, la auténtica estrella de la velada gracias al divertidísimo cátering que sirvió su empresa.En primera línea del desfile figuraron Isaak Andic, Tina Botero, María García de la Rasilla, Cari Lapique, Carla Royo Villanova, Marisa Jara, Mar Flores...

Trabajar y trabajar

Menos mal que en la víspera hablé con Naty en la fiesta de Suárez, con motivo del recital «Tango y Lágrimas», que tuvo lugar en el Teatro Real a beneficio de la Fundación Aladina. Me confesó que lo único que hace es trabajar y trabajar, de ahí que no esté al día de las polémicas que se generan con comentarios de Carmen Lomana sobre sus estilismos. Naty pasa ampliamente y, a golpe de Oscar de la Renta, prefiere sacar pómulo y aumentar el cardado capilar. Coincidieron en el palco del Real, pero ni se miraron a la cara. Menos mal que Cari se sentó entre ambas y puso paz.

Quien siempre está en su sitio es Isabel Preysler, a quien encontré en la cena de los Suárez. Hablamos de sus años con Julio Iglesias y me aseguró que lo que ella vivió no tiene nada que ver con lo que cuenta Vaitiare en sus memorias. Quienes les trataron saben que Julio jamás habría hecho ese tipo de proposiciones a Isabel (compartir la cama con otras mujeres, tomar drogas…), a quien siempre respetó.

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