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«Nunca he visto a los saharauis con tanto miedo»

Los primeros periodistas españoles que logran entrar en El Aaiún trabajan en cerrados en una casa tras un paseo en coche por la ciudad

LUIS DE VEGA

Hay tres activistas españoles -además de un cuarto mexicano con residencia en España- refugiados en diferentes barrios de El Aaiún. Dos de ellos, Javier Sopeña y Silvia García, corren "grave peligro", según un comunicado de Tharwa , la organización prosaharaui para la que trabajan.

Los cuatro estaban dentro del campamento de Gdeim Izik , donde unos 20.000 saharauis reclamaban a Marruecos mejores condiciones de vida cuando fue asaltado por la fuerza el lunes. Fue entonces cuando la violencia se desató, con enfrentamientos que han causado ya una veintena de muertos si sumamos los balances de Marruecos y del Frente Polisario.

También Àngels Barceló, Nicolás Castellano y Ángel Cabrera, de la cadena Ser, han visto con sus propios ojos lo que las autoridades del reino alauí tratan de mantener a oscuras. "Al llegar a El Aaiún estábamos solos. Nosotros y la Policía", relata Barceló, que en la noche del miércoles al jueves logró romper junto a dos colegas el cerco informativo impuesto por Rabat a la prensa española.

Llegaron por carretera, tras superar con suerte los numerosos controles de la Gendarmería. Después de dar una vuelta por diferentes barrios para observar cómo está la capital del territorio se mantienen refugiados en una casa particular porque "están buscando a los extranjeros, especialmente a los españoles" , explica Nicolás Castellano. Desde allí dentro tratan de informar como pueden.

"Pasamos por una localidad antes de El Aaiún y vimos mucha gente, los cafés estaban llenos. Aquí, todo es silencio ", recalca Barceló, que pisa por primera vez la antigua provincia española. "Nos dijeron que anoche no hubo toque de queda, pero daba la impresión de que sí. Había Policía por todos lados haciendo ostentación, como para dar miedo", añade.

Sin salir de casa

La ciudad recupera poco a poco su actividad, pero para un reportero y más si es español salir a la calle es imposible, cuentan. Los saharauis que en otros tiempos se atrevían a desafiar a la autoridad marroquí, viven estos días amedrentados, casi sin salir de casa.

"Nunca he visto a los saharauis con tanto miedo. Ahora casi no quieren ni hablar con nosotros por teléfono", cuenta Castellano, con una amplia experiencia en la cobertura del conflicto saharaui. "Nos encantaría poder hablar con las dos partes, pero en estas condiciones es imposible".

"Anoche nos encontramos una ciudad desértica . Estaba todo cerrado a una hora en la que en El Aaiún suele estar todo abierto", dice Castellano a través del teléfono. "Muchos furgones de la Policía y antidisturbios con sus escudos por todos sitios. La sede de la radio y la televisión, los hoteles, la ciudad baja y, sobre todo, la Minurso", la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara Occidental.

"¿Cómo quieren ustedes que los saharauis puedan llegar aquí?", se preguntó, según Castellano, el hombre que les llevaba en su coche al ver la sede de la misión de la ONU, totalmente rodeada de Fuerzas de Seguridad marroquíes.

"Ni en 2005 (durante la Intifada), ni en la visita del rey en 2006, ni con el regreso de Aminatu Haidar (en 2009) la ciudad estaba así, desértica y con tanta tensión", añade el periodista de la cadena Ser. "El ambiente ahora –señala Barceló desde la casa- no es de disturbios, pero sí de miedo y descofianza".

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