Degollada, desnuda y en la basura
Un indigente halla en un contenedor de Leganés una maleta con un cadáver: un cadáver que podría ser una menor y de rasgos sudamericanos
Oiga, disculpe. ¿Puede usted decirme si ve ahí dentro lo que yo estoy viendo?». Así, con estas palabras, daba cuenta un conocido vagabundo del barrio del Carrascal, en Leganés, del espeluznante hallazgo que acababa de realizar: el cadáver de una chica jovencísima totalmente desnuda dentro de una maleta, que, a su vez, alguien había tirado a la basura. A un contenedor. La habían degollado.
El suceso estremeció a primeras horas de la tarde de ayer a esta tranquila zona residencial de la ciudad, donde una sarta de rumores se adueñó de la calle. El Grupo X de Homicidios tomó las riendas de la investigación para esclarecer todas las circunstancias del macabro suceso.
Cinco menos veinte de la tarde. Un joven ataviado con una gorra, uno de los habituales mendigos conocidos en el barrio que suele rebuscar entre los desperdicios de la basura algo que pueda serle de utilidad, deambulaba por la avenida de Alemania. A la altura del número 5, se paró ante uno de los tres contenedores de basura que hay junto al Instituto de Arquitecto Peridis y lo abrió para ver que le deparaba su suerte.
Encontró una maleta. De las grandes. Ante la posibilidad de que hubiese algo de su interés dentro, se dispuso a sacarla del contenedor para llevársela. Si su contenido no le convenía, podía serle de utilidad para guardar algunas de sus pertenencias, pensó. Sin embargo, era demasiado pesada. Llevado por la curiosidad, la abrió. Cuando terminó de descorrer la cremallera se quedó horrorizado. Dentro estaba el cuerpo sin vida de una mujer muy joven.
El indigente, sin dar crédito todavía a lo que estaba contemplando, llamó a una chica que pasaba por ahí. «¡¡¡Hay un cadáver en la maleta¡¡¡». «No puede ser», exclamaban. Lo que ahí descubrieron no se les olvidará en la vida.
El cadáver era de una joven de unos 18 años, aunque no se descarta que sea menor de edad, de rasgos suramericanos. Iba muy maquillada y estaba desnuda. La única prenda que había en su cuerpo, que no estaba descuartizado, era un trapo alrededor del cuello, manchado de sangre. Éste ocultaba la causa de su muerte. Había sido degollada de un único y profundo corte en el cuello, penetrante, según indicaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía. Hasta el lugar se trasladó el Summa-112, que sólo pudo confirmar el óbito. Por su parte, los agentes de la Policía Científica hallaron un arma blanca entre la basura, ya fuera de la maleta. Ni ropas. Ni bolso. Ni móvil...
El cuchillo, en la basura
A falta de que hoy se le realice la autopsia al cadáver, todo apunta a que se trata del arma homicida. Al cierre de esta edición, la víctima no había podido ser identificada. Los investigadores están cotejando las denuncias por desaparición que rezan en las bases de datos; además, se le practicará una necrorreseña para tratar de determinar su identidad.
El cuerpo sin vida de la joven fue trasladado hasta el Instituto Anatómico Forense, mientras que de la maleta y el contenedor se hizo cargo la Policía Científica a fin de buscar alguna pista o prueba que permita esclarecer lo ocurrido.
«Es espeluznante. Se me ha puesto muy mal cuerpo. Y eso que no he visto casi nada. Pero solo de pensarlo. Yo tengo hijas jóvenes...». Ése era el sentir de los residentes de la avenida de Alemania, una tranquila y céntrica zona residencial muy transitada y con mucho movimiento. No en vano, junto al lugar donde fue hallada la víctima se encuentra un instituto, un colegio y un centro de discapacitados.
«Aquí recogen la basura todas las noches entre las 00.00 y la 01.00horas. O sea, que tiraron la maleta después o, incluso, esta mañana. Y si el chaval ése que siempre anda rebuscando entre los cubos no mira, quizá nunca se hubiese sabido», aventuraban algunos residentes. «¡Qué pena! Es espantoso. Será más o menos de nuestra edad, una cría con toda la vida por delante», decía Alejandra, junto a sus amigas. «No tiene sentido que sucedan estas cosas. Ningún crimen la tiene y este es repugnante», subrayaba Manuel.
Otros abundaban en que el barrio es muy agradable y que nunca ha pasado nada, «y menos aún, de este calibre». Los rumores no cesaban. «Quizá sea prostituta», decían algunos. «O, tal vez, quedó con alguien por internet y mira..», decían otros.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete