El «Espill» al alcance de todos

La Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) inaugura su nueva colección de clásicos valencianos con la primera edición crítica del «Espill» de Jaume Roig, obra fundametal del Siglo de Oro de las letras valencianas. Escrita en 1460, justo al mismo tiempo que Joan Martorell comenzaba el «Tirant Lo Blanch», esta novela medieval dispuesta enteramente en versos de cuatro sílabas entraña ciertas dificultades para el lector medio. Por esta razón, la institución académica ha impulsado la publicación de una edición que hace mucho más comprensible el contenido de la obra a todo tipo de público. Un homenaje que se circunscrible en la conmemoración del 550 aniversario de esta obra, de la que por cierto sólo se conserva un manuscrito.

El «Espill» —también conocido por el «Llibre de les Dones»— ha pasado a la posteridad por diversas razones, pero principalmente por su carácter marcadamente misógino, a pesar de que este calificativo como tal no existía en la época. En ella, Roig argumenta con anécdotas pretendidamente personales y moralistas las razones por las que la mujer es intrínsecamente malvada y lleva a la ruina a los hombres. Sólo salva de la pira a su mujer (Isabel Pellicer) y la Virgen María. En realidad, la obra está impregnada de comicidad y, leído desde la perspectiva contemporánea, los exabruptos misóginos resultan incluso divertidos por extravagantes.

Los análisis habituales de la obra maestra del escritor y médico valenciano hacen referencia a las continuas oposiciones que presenta respecto a las novelas de caballerías del momento, tendentes a idealizar la figura femenina. Otro de los aspectos en los que se diferencia del género que cultivó Joanot Martorell es el que se refiere a los juicios emitidos sobre la sociedad de su tiempo. Si en el «Espill», Roig ataca a los clérigos, toma partido por los burgueses —de ahí que se califique a menudo de «novela burguesa»— y se menosprecie a los caballeros, en el «Tirant lo blanch», por ejemplo, el autor critica a la burguesía y sus representantes en la administración pública. El retrato social que proporciona la obra incluye no sólo a la clase dominante, sino también a los esclavos, los sarracenos, los negros o los judíos.

Procedente de una familia de origen catalán asentada en Valencia, Jaume Roig (comienzos del siglo XV-1478) estudió medicina y llegó a ser un prestioso doctor escolástico que amasó una pequeña fortuna. Fue además un hombre de notable resonancia pública, entre cuyos pacientes figuraba la propia reina María de Castilla.