La economía española se estanca

Eso sí la tasa interanual, tras registrar siete trimestres consecutivos de caídas en lo que ha sido la crisis más larga de la historia reciente de España, volvió a un ligero crecimiento, dos décimas —la cifra que le habían soplado al presidente y de la que presumió en el Senado hace unos días—. Pero si crece la tasa interanual no es porque la economía española esté mejor ahora que hace tres meses, sino porque el tercer trimestre del año pasado fue peor.

La entidad que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez explica en su último boletín económico que en el tercer trimestre se ha producido «un debilitamiento de la actividad, de carácter transitorio, debido, en gran medida al agotamiento de algunos factores expansivos». Y entre estos factores cita la finalización de las ayudas a la compra de automóviles y la subida del IVA. Y a ello se habría sumado el impacto del ajuste fiscal. La combinación de estos factores habría producido una caída de la demanda interna del 1% en tasa interanual, que se habría compensado por el buen comportamiento del sector exterior, que habría aportado 1,2 puntos al crecimiento del PIB.

El Banco de España concluye su análisis sobre la situación de la economía española con una nota optimista y otra no tanto. Cree que «el estancamiento en este tercer trimestre será transitorio» y que, «la actividad recuperará la senda de suave recuperación que había iniciado a comienzo de año». Pero advierte que para crecer al ritmo suficiente para crear empleo será «imprescindible» contar con una continuada aportación positiva del sector exterior, y con un progresiva dinamismo del sector privado, que se debería propiciar con un «abanico ambicioso de reformas estructurales».

El informe analiza también el impacto de la subida del IVA en los precios y asegura que aunque el IPC ha repuntado en el tercer trimestre desde el 1,5% de junio al 2,1% de septiembre, la traslación al consumidor final ha sido inferior a la que se ha producido en otras ocasiones en las que se han subido los impuestos indirectos.

Y mientras la economía se estanca, las dudas sobre Irlanda y Portugal se trasladan cada vez con más fuerza a España. Ayer la prima de riesgo superaba de nuevo los doscientos puntos básicos, una cifra desconocida desde mediados de junio, antes de la publicación de los resultados de las pruebas de estrés, en las que la banca española salió bastante bien parada.

Y en su boletín mensual el Banco de España advertía ayer de un encarecimiento del crédito si los mercados continúan exigiendo a los valores españoles primas de riesgo tan elevadas, lo que está ocurriendo.

Aunque en los últimos meses han aumentado las posibilidades de financiación en los mercados, las primas de riesgo que los inversores exigen a los valores españoles continúan siendo elevadas, lo que introduce presión en el coste de la captación de pasivo. «Si esta situación persiste, podría acabar trasladándose a los tipos de interés del crédito», advierte el supervisor bancario.

Por su pare la Comisión Europea ha planteado que las agencias de calificación avisen a un país con tres días de antelación si planean rebajar la nota de su deuda pública para darle una última oportunidad de presentar alegaciones. Esta es una de las posibles medidas que Bruselas anunció ayer para reforzar los controles sobre este sector, que ha sido acusado de agravar la crisis de deuda en la Eurozona. Este aviso previo, permitiría al país afectado llamar la atención a la agencia sobre cualquier dato erróneo utilizado en el análisis.