Hallan en la calle documentos del plan de seguridad del Papa en Barcelona
Los extravió hace un mes un miembro de la Policía Nacional. Rubalcaba admite que el incidente obligó a hacer cambios
JANOT GUIL
El incidente se presta al cachondeo, evoca teleseries policiacas cómicas como «Los Hombres de Paco», aunque es muy serio. Más, cuando alude al Papa y su seguridad, lo que otorga a la otrora anécdota una categoría de mala noticia de alcance mundial.
Hace un mes, ... a principios,de octubre, un miembro del Cuerpo Nacional de Policía —un mando radicado en Madrid, apuntaban fuentes no oficiales—, advirtió que había extraviado un dossier de once hojas con información confidencial relativa al dispositivo de seguridad para la visita del Papa Benedicto XVI en Barcelona. Los documentos, fruto de una reunión que tuvo lugar en la Ciudad Condal el pasado 7 de octubre entre responsables de los distintos cuerpos y fuerzas de aseguridad implicados en la seguridad (Policía Nacional, Guardia Civil, Mossos d'Esquadra, Guardia Urbana, etc.), contienen informaciones delicadas. Tales como nombres, números de teléfono, móviles y correos electrónicos de altos cargos de los cuerpos de seguridad, así como el número de cámaras de seguridad y de inhibidores de radiofrecuencias, y una relación de los hoteles de Barcelona donde se alojará el cortejo del Papa.
Todo ello fue a parar, no se sabe cómo, a la calle, según se desveló ayer. De buena mañana, la emisora de radio RAC1 voceó la noticia: el pasado martes por la noche un ciudadano encontró en plena calle Lluís Antúnez de Barcelona, cerca de una comisaría de Policía, los susodichos papeles. Mientras paseaba al perro.
La emisora anunció ufana, a través de su locutor estrella de las mañanas, que el ciudadano en cuestión se había dirigido a ellos y les había entregado los papeles. Y anunciaba que estarían a buen recaudo en la emisora para que los fueran a buscar la Policía. Y allí que fueron, muy a su pesar.
Destapado el escándalo, el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, primero, y el ministro de Interior y vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, después, salieron al paso para confirmar el extravío e intentar restarle importancia. «Los papeles no son el plan de seguridad, no son fundamentales, sino aspectos de la logística», dijo Rubalcaba. «Fueron extraviados hace un mes por un policía que dio parte a sus superiores y, naturalmente, ya se ha cambiado todo», añadió.
«Tenemos un plan de seguridad perfectamente chequeado y garantizado», remachó altivo el ministro, aunque no disipó los recelos de un caso que ya ha motivado la apertura de un expediente informativo en el seno del CNP. Suspendida en el aire quedó la contradicción: ¿si la información extraviada no era muy relevante, por qué hacer cambios?
«La única información sensible que se cambió a raíz del extravío es el código de una clave de acceso. Es como si se desvela la contraseña de tu correo electrónico: lo cambias por si acaso y ya está», precisaron a ABC fuentes de la Policía Nacional, muy molestas por la actitud del ciudadano que encontró los papeles, que no se dirigió a ellos, y por el gesto de la emisora de radio, que no tuvo para con la Policía un gesto de discreción y prefirió radiar su pifia.
Las mismas fuentes confirmaron que quién perdió los documentos era un miembro de la Policía Nacional —sin nombre y cargo—, después de que Rangel hubiera hablado de «mando policial» sin precisar de qué cuerpo. (Conste que a todo esto los Mossos ya se habían apresurado a señalar, gustosos, «que nosotros no hemos sido»).
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