Chaves arenga a su ministerio para que el PSOE «gane las elecciones»

Los 19 años de control absoluto sobre la Junta de Andalucía parece que han marcado a Manuel Chaves. Hasta el punto de no identificar con claridad la frontera que debe existir entre su responsabilidad como ministro de Política Territorial y su cargo de presidente del PSOE. Ayer aprovechó un acto institucional para lanzar un mensaje descaradamente partidista. Fue durante la toma de posesión de Antonio José Hidalgo como director general de Coordinación de la Administración Periférica.

Utilizó la ocasión para lanzar una arenga en la que instaba al recién llegado, así como a todos los Delegados del Gobierno y a la cúpula al completo —directores generales, subdirectores, secretarios de estado y subsecretarios incluidos— de su Ministerio, a «trabajar para ganar las elecciones». No tuvo Chaves ningún rubor en marcar como objetivo prioritario para todos ellos esa «conquista».

En su discurso, le señaló a Hidalgo que su cometido prioritario debía ser «una función fundamentalmente política, así te lo indicaré continuamente y lo saben también los delegados del Gobierno». Para ellos, tuvo indicaciones especiales: «Deben de llevar a cabo su gestión basándose en valores y principios que son los denominadores del partido que sustenta al Gobierno».

Si Rubalcaba quería 15 portavoces del Gobierno, aunque luego les haga callar en cuestiones como el terrorismo, Chaves quiere multiplicar a cuenta del erario público el número de voceros de las bondades del Ejecutivo de Zapatero. Así, dirigiéndose a toda su cúpula directiva, olvidando o ignorando que entre ellos había bastantes funcionarios de carrera, les indicó: «Somos todos políticos con mayúscula y quiere decir eso, sobre todo, defensa del Gobierno, defensa de las políticas del Gobierno. Y para defender al Gobierno y a sus políticas hay que ser y estar y eso significa mucha cercanía con la gente, mucho salir a la calle, mucho arrimar el hombro, mucho explicar las políticas».

«Creo que entre todos —prosiguió— formamos un buen equipo» y dado que el «ambiente desde el punto de vista político ha cambiado radicalmente, creo que el impulso que demos desde los puestos de responsabilidad que ostentamos va a ser fundamental, capital, para conquistar y alcanzar el objetivo que nos hemos propuesto: ganar las elecciones».