John Katzenbach: «Los lectores deben sentir la misma angustia que yo»

- ¿Qué es lo que más se necesita para escribir este tipo de novelas, mucho trabajo, documentarse exhaustivamente, que venga la inspiración, encontrar un buen caso...?

-Alguien dijo que la creatividad es un noventa por ciento de sudor, de transpiración, y un diez por ciento de inspiración. En mi caso, de forma repentina me asalta un flash, una idea que llega a mi mente. A partir de ahí hay que trabajarla mucho, durísimo para que los personajes tomen vida, y para que los lectores tengan la impresión de que realmente son como conocidos suyos, como vecinos o amigos.

-¿Qué ingredientes son imprescindibles para escribir un thriller psicológico? Aparte del malo, claro está.

-Hay que crear una una serie de circunstancias en las páginas que consigan que el lector se pueda imaginar fácilmente qué es lo que está ocurriendo, hay que conseguir una conexión psicológica entre la historia y los lectores.E ese sentimiento de complicidad entre el autor y el lector es esencial, ellos deben sentir dentro el mismo suspense que yo siento.

-¿Entonces, siente usted angustia, siente miedo mientras escribe?

-Si no lo sintiera, si no sintiera lo que estoy intentando transmitir, el libro no podría ser bueno, ni tendría éxito. Concretamente, en «El profesor» he tenido que experimentar todas las pasiones, tensiones, ansiedades y miedos que experimentan los personajes del libro del mismo modo y en el mismo grado que van apareciendo en las páginas. En esta novela, me he metido completamente dentro de los personajes y completamente dentro de la trama, y aunque eso es agotador, también es apasionante y verdaderamente excitante.

-¿De dónde salen sus historias. De ficheros policiales, de las secciones de sucesos de los periódicos... o es que tiene usted una mente calenturienta?

-Por supuesto, yo intento absorber la mayor cantidad de información noticias y acontecimientos que tengan que ver con la delincuencia y con el crimen. Pero la idea de una novela suele surgir de una manera más sencilla, a lo mejor una simple conversación. En el caso de «El profesor» tengo un amigo al que le diagnosticaron la misma enfermedad que a mi protagonista, y de ahí surgió la historia. Y en cuanto tengo la idea, el resto lo veo rápidamente.

-Algunos de sus libros han sido llevados al cine, como «Juicio final», con Sean Connery, o «La guerra de Hart», con Bruce Willis y Colin Farrell. ¿Cuando escribre, piensa cinematográficamente?

-Es curioso y gracioso que de mis libros que han sido películas los directores nunca escogieran las escenas que yo pensaban que eran más cinematográficas. Pero no, no escribo pensando en cómo sería el filme. Eso sí, espero que algún día se haga una buena película sobre uno de mis libros, aunque creo que será difícil.