Hazte premium Hazte premium

Muerte en la parada del autobús

Una conductora de 49 años pierde el conocimiento y arrolla a un joven que esperaba en una marquesina de la EMT

JAIME GARCÍA

CARLOS HIDALGO

Alejandro no llegó a comer a su casa. La muerte se empotró contra él sobre cuatro ruedas, cuando, tranquilamente, esperaba el autobús de la línea 115. Una conductora que, según los primeros indicios, se desvaneció al volante, le arrolló y mandó unos diez metros de la marquesina, contra la que el coche también se estampó. Un milagro quiso que no se llevara a nadie más por delante. La conductora está hospitalizada, aunque no se encuentra grave.

Dos menos cuarto de la tarde. Alejandro Carrillo, de 34 años, se dispone a tomar el autobús en la parada de la EMT que hay a la altura del kilómetro 6,200 de la A-2 (Barcelona).

De repente, un Volkswagen Jetta de color blanco se le viene encima. La conductora, A. G. L., española de 49 años, ha perdido el control del turismo. El coche se dirige, en línea recta desde la calzada, hacia la marquesina de autobuses. El impacto es tremendo y se viven escenas de pánico en apenas unas décimas de segundo. El coche da contra la marquesina, y la destroza parcialmente.

Luego, impacta contra Alejandro, al que arrolla con gran fuerza y lanza a más de diez metros de distancia, hacia la zona de rastrojos trasera a la marquesina. El coche continúa su carrera mortal y golpea el quitamiedos, lo destroza, y colisiona contra un árbol, que se rompe de cuajo en dos. Al final, el vehículo Volkswagen termina unos cinco metros más allá, casi en perpendicular con la línea de la calzada principal.

Gritos de histeria se apoderan del lugar. Nadie puede creer lo que ha ocurrido en apenas décimas de segundo, y la confusión tampoco deja lugar a descifrar en esos primeros momentos el alcance de la tragedia. El Samur-Protección Civil recibe el aviso y numerosos sanitarios se presentan en el lugar de los hechos. Allí se encuentran con el cuerpo ya sin vida de Alejandro Carrión. La embestida le ha causado politraumatismos que sólo dejan a los médicos certificar el óbito, indicaron fuentes de Emergencias Madrid.

Negativo en alcoholemia

En cuanto a la conductora, presenta un traumatismo craneal y otro facial. Sin embargo, milagrosamente ha conseguido salvar la vida. El Samur-Protección Civil la trasladó en estado menos grave al Hospital de La Paz, donde, al cierre de esta edición, permanecía ingresada.

La Guardia Civil de Tráfico ha tomando las riendas de la investigación. Está a la espera de una mejora de la mujer para tomarle declaración. Fuentes de la investigación indicaron a ABC que A. G. L. afirmó en un primer momento que había perdido el conocimiento, por lo que un desvanecimiento repentino podría ser el origen del suceso. Es más, tampoco se han encontrado marcas de frenado. Además, la mujer dio negativo en la prueba de alcoholemia.

Asimismo, según ha podido saber ABC, la Guardia Civil de Tráfico ha pedido reiteradamente al Ministerio de Fomento que no ubique paradas de autobuses en vías principales, sino en las de servicio. Efectivamente, la parada donde ocurrió ayer el accidente se encuentra al pie de la autovía, con la única salvedad de un pequeño «rellano» en la calzada rotulado con la palabra «Bus» y sin separación alguna del resto de los carriles. Los vehículos que por ahí transitan lo hacen a gran velocidad.

Durante la primera hora de la tarde, el tráfico de entrada a Madrid desde el Corredor del Henares se resintió intensamente. A las 15.00, había 4 kilómetros de circulación lenta entre los puntos kilométricos 6 y 10 de la carretera de Barcelona, informaron en la Dirección General de Tráfico. Muchos conductores optaron por utilizar la M-40.

Este trágico suceso ocurría sólo nueve días después de otro atropello de la máxima gravedad. Sucedió el domingo, 17 de octubre, en un polígono industrial de Collado Villalba. A las 18.55 horas, Khadija El Haddar, de 29 años y origen marroquí, cruzaba detrás de su cuñada por un paso de peatones del Camino del Molino. Estaba embarazada de nueve meses; si aquello no hubiese ocurrido, hoy habría acudido a su cita en el hospital para dar a luz al pequeño Mouad.

El viernes, ante el juez

Pero el Seat Ibiza que conducía V., español de 66 años y que regresaba a casa tras asistir a un partido de fútbol, se llevó por delante a Khadija. La mujer pereció, pero los sanitarios del Summa-112 hicieron un último esfuerzo: traer al mundo al bebé mediante una cesárea.

El bebé nació, aunque desde un principio padeció falta de oxígeno. Se pasó sus 53 horas de vida en una incubadora, primero del Hospital Puerta de Hierro, luego en La Paz, donde falleció. El domingo, sus restos y los de su joven madre volaron hasta Tánger, camino de Targuist, en la región marroquí de Alhucemas.

El viernes, la titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Collado Villalba tomará declaración al conductor, que achacó el accidente a un rayo de luz que le cegó.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación