... y el despilfarro sigue en el Plan Zapatero

Mientras se suceden las acusaciones entre Ayuntamiento de Madrid y Gobierno central a cuenta de la financiación de la deuda municipal, los madrileños siguen topándose en las calles de su ciudad con situaciones sorprendentes. Es lo que les ocurre a los usuarios del polideportivo municipal Triángulo de Oro, en Tetuán, que han asistido a la aparición de tres enormes carteles que indican que los trabajos que han tenido lugar en el recinto se han pagado con cargo al Fondo Estatal para el Empleo, el conocido como «Plan E» o «Plan Zapatero». Cada uno de ellos cuesta 1.500 euros.

No es el primer caso de «cartelitis» de una iniciativa, el «Plan Zapatero», que perseguía mitigar los efectos de la crisis sobre el empleo y actuar como respirador artificial del sector de la construcción. Pero los extremos de este rozan la ridiculez. Las actuaciones llevadas a cabo se resumen en la instalación de un ascensor, la sustitución del parqué en las pistas deportivas y trabajos menores en el gimnasio, básicamente la pintura de las paredes y la sustitución del lucernario que remata el edificio. En definitiva, un moderado aunque útil lavado de cara por valor de 478.000 euros. Sin embargo, aunque la obra no ha sido ni mucho menos faraónica, se han colocado los tres enormes letreros, con un coste de 1.500 euros cada uno, en el que se detallan las actuaciones ejecutadas. Uno para el cambio de los suelos, otro para la instalación del elevador y un tercero para los retoques del gimnasio.

La explicación a que se instalen tres paneles distintos para actuaciones en un mismo recinto a pesar de lo elevado de su coste está en el decreto que regula la ejecución de los proyectos financiados con este plan. Según fuentes municipales, el decreto en cuestión exige que al tratarse de tres expedientes diferentes se instale un cartel por cada uno de ellos. Además, los tres tendrán que estar expuestos al menos tres meses después de la finalización de las obras. No puede quedar duda de cuál es la Administración que paga. Aunque haya que saturar el acceso de cartelones.

Los trabajos han obligado a cerrar las instalaciones durante los meses de verano. Dentro de tres meses, los tres carteles serán chatarra. El polideportivo tiene ahora mejor aspecto que antes de la reforma. Cuando no estén los carteles quizá se aprecie mejor.