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Los restaurantes plantan a los sindicatos

Tal como se esperaba, el 95 por ciento del sector de la restauración no ha secundado el paro

MARTIN BIANCHI

Habían anticipado que no iban a cerrar, y han cumplido. Las cafeterías, bares y restaurantes de Madrid, como en el resto del país, han abierto con normalidad durante la jornada de hoy, con una “incidencia mínima de huelga”, como confirmó hace pocas horas la Federación Española de Hostelería y Restauración (FEHR). En un sector donde el 95% de las sociedades son microempresas, pocos estuvieron dispuestos a perder un día de trabajo.

“Es un día más tranquilo de lo habitual, poca gente ha reservado para este mediodía, pero abrimos como todos los demás”, explica Paola Martínez Aspe, administradora de Velázquez 40, un restaurante del barrio de Salamanca. Con diez mesas en la terraza y otras cuarenta dentro, la responsable de este elegante espacio a metros de la Milla de Oro aclara: “No sabemos si vamos a llenar el lugar, es un día complicado, pero tenemos algunas reservas para el mediodía y esperamos no perder mucho”.

Asistencia perfecta

La merma de clientes es la tónica del día, pero también la firme decisión de trabajar en una jornada de paro general. “Hay menos gente, pero nosotros hemos venido a trabajar”, dice un camarero de la cafetería Serrano 50, un clásico de la calle Serrano. “No ha faltado ningún empleado, estamos todos”, agrega, ratificando la tendencia de que sólo un 2 por ciento de los asalariados han secundado la convocatoria en esta industria que representa entre el 70 y el 80 por ciento de los 350.000 establecimientos hosteleros que hay en España. Una excepción es el clásico “El Espejo” del Paseo de Recoletos, cuyo pabellón acristalado está desierto. La huelga pudo más que el día soleado, y las puertas de este café art-nouveau hoy no han abierto. Casi por casualidad, una pegatina del 29-S recuerda el motivo.

“Todos mis compañeros han venido a trabajar, a mi me ha costado llegar en coche desde las afueras de Madrid, pero aquí estoy”, dice Jacqueline, una “barwoman” de O´live, un restaurante de cocina mediterránea ubicado en la calle Jorge Juan. “La terraza está vacía, pero es normal en estos días con fresquito”, agrega. A pocas calles de allí, frente al parque del Retiro, los bares más “económicos” que comparten vecindad con lujosas casas de decoración y tiendas de diseño están repletos de clientes. Muchos de ellos visten traje y comen con prisa, lo que anticipa que en una hora estarán de vuelta en su trabajo.

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