Las asociaciones de la Guardia Civil usan a la izquierda para pedir su desmilitarización
El líder de CC.OO. fue increpado a su llegada y Ortega Lara envió una carta de apoyo a los manifestantes
ABRAHAM COCO
Califican de «falaz» que se haya «desviado la atención» hacia la desmilitarización de la Guardia Civil, pero lo cierto es que esa reivindicación se repitió ayer hasta en tres ocasiones de manera rotunda desde la tribuna de oradores durante la manifestación convocada en Madrid por ... AUGC y UO, las principales asociaciones del Cuerpo.
Casi 20.000 personas, según los organizadores, se concentraron en Madrid para, en principio, reclamar una mejora en las condiciones laborales de los agentes y su equiparación a las de la Policía Nacional. Los manifestantes recorrieron las calles adyacentes a la de la Dirección General del Instituto Armado con el lema «Basta de abusos con los guardias civiles: Laboral y Ley de Personal ¡Ya!», y celebraron un acto de protesta. En él, el líder de IU, Cayo Lara; su eurodiputado, Willy Meyer, y la vicesecretaria general del Sindicato Unificado de Policía (SUP), Mónica Gracia, abogaron con firmeza por «una Guardia Civil, civil» y, puesto que no se produjeron abucheos, cabe entenderse que los presentes estaban de acuerdo.
Gracia aseguró que «la Policía Nacional es más eficaz y más disciplinada que cuando era militar» y declaró que «sois el cuerpo de seguridad del sistema monárquico». Por ello, vinculó que «no se busquen soluciones» al conflicto entre estas asociaciones y el Ministerio del Interior con «la mala salud del Rey». Por su parte, Lara declaró que «la Guardia Civil no nació militar y a ese origen hay que volver». Con un entusiasta «esperemos que algún día celebremos que estáis desmilitarizados» se despidió de un entregado público, del que afirmó que «aunque he corrido delante de algunos de vosotros, tenéis el corazón rojo».
Zapatero, Rubalcaba y el director general de la Guardia Civil, Francisco Velázquez, fueron el foco de las críticas pero, sin lugar a dudas, el más increpado de la jornada fue el secretario general de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo. Su incorporación a la marcha cuando estaba a punto de concluir fue uno de los instantes más tensos dado que la multitud de manifestantes rechazó su presencia al grito de «¡Fuera!» y «¿Dónde estabáis hasta ahora, con Zapatero?», ante la incapacidad de los organizadores, que trataban de minimizar las protestas con sus megáfonos. De esta forma, se oponían a convertir su protesta en un ensayo de la huelga general del 29-S. Estaba previsto que tanto Toxo como Cándido Méndez, líder de UGT, hablaran en el acto, pero visto el ambiente enrarecido, optaron por obviarlo.
«Rubalcaba caudillo»
Entre los lemas que portaron los asistentes se podían leer algunos como «Todo por la patria dignamente retribuído», «Caudillo Rubalcaba. No más represión», «Somos funcionarios, no lacayos» o «Basta de acoso, basta de persecución, basta de paredón». Mientras, los cánticos repetían mensajes del tipo «Queremos cobrar como un nacional», «Sí, sí, sí, estamos en Madrid», «Rubalcaba y Velázquez dimisión», «Zapatero embustero» o «¿Dónde está la Ley de Personal?». Durante el acto, que comenzó con la lectura de una carta en la que Ortega Lara instaba a que se reconozca a los agentes «el ejercicio de sus derechos fundamentales», los dardos de los manifestantes recayeron sobre los generales de la Guardia Civil, únicos a los que «no beneficia la modernización», puesto que gozan de «privilegios ancestrales».
Una de las consignas más repetidas fue la exigencia de que se archiven los expedientes disciplinarios abiertos a Alberto Moya y Francisco García, portavoces de AUGC y UO, que la semana pasada acusaron al Gobierno de tratarles como a terroristas. El más exaltado fue Manuel Mato, secretario general de UGC, que animó a los agentes a mantener la huelga de «bolis caídos».
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