Instantes de esperanza

Sita Tamang nació en Nepal. Tenía seis años cuando empezó a trabajar como empleada doméstica. Desde entonces no ha vuelto a ver a su familia. Sueña con ser médico. Joana, once años, kurda. Nació en un campo de refugiados del Líbano. Sueña con viajar un día a Turquía. Le gustaría ser pediatra.

Yohei, 18 años, nació en Japón. Toca el violín y le gusta el rock. Le interesa la física y la economía. Se prepara para entrar en alguna de las prestigiosas universidades de Estados Unidos. Najha, 10 años, nació y vive actualmente en el campo de refugiados de Chatila, en el Líbano. Quiere ser escritora. Éstas son algunas de las historias que nos desvela la exposición «Infancia» .

Sesenta y ocho sueños, entre imágenes y audiovisuales, que retratan en un instante las esperanzas de niños, procedentes de veinte países de América, Asia, Europa y África, que viven en condiciones difíciles —han sufrido abusos sexuales, han sido apartados de su familia...— junto a otros que han vivido con comodidad. Todos ellos han sido capturados por la fotógrafa Isabel Muñoz .

La muestra, que fue inaugurada por la Infanta Cristina y que ha sido realizada por Unicef y la Obra Social de «la Caixa», en colaboración con la agencia Española de Cooperación para el Desarrollo (AECID), quiere conmemorar el 20 aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niños .

Para Isabel Muñoz, Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes 2009, Premio PhotoEspaña 2009 y World Press Photo 2000 y 2005, esta experiencia ha sido como un «maratón mágico». «Los niños son especiales. Tienen una generosidad y una forma de jugar, o de soñar, dentro de sus propias pesadillas —explicaba ayer—. Pueden vivir una realidad espantosa, pero en su cerebro siguen sonriendo porque tienen imaginación y porque creen que todavía puede haber un futuro mejor para ellos».

En este proyecto, la fotógrafa ha contado con la colaboración de cinco periodistas que la han acompañado por los cuatro continentes. «Ha sido un trabajo realizado desde la dignidad. A cada niño le hemos pedido que nos explicara cuál es su palacio. Para unos, un atardecer en la playa; para otros, el fondo del mar, o un árbol... Queríamos recrear su mundo a través de sus objetos, sus sueños, sus sentimientos...».

Con su cámara, Isabel Muñoz también ha retratado la labor de Unicef, que gracias a sus programas ha podido reagrupar a Andréi Dabija, de 13 años, con su familia que tuvo que dejarle años antes, junto a otros dos hermanos, en una institución pública por problemas económicos; o ha logrado que Makelello, de 27 años y seropositiva, pudiera dar a luz a un hijo sano. La exposición puede verse en CaixaForum hasta el 15 de enero .