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Reforma laboral, ¡ya!

Desde el ámbito académico, seguimos reivindicando una nueva reforma laboral, que siga otro modelo

FLORENTINO FELGUEROSO

La nueva reforma laboral ha tardado casi dos años en ver la luz. Ha sido un parto largo, que acabó en cesárea política. Todos, tanto los agentes sociales, como gobierno y oposición, llegaron a convencerse de que era necesaria. Sin embargo, no consiguieron llegar a ... un acuerdo sobre una reforma integral. Nuestra legislación contractual queda inalterada en lo sustancial. Todo ha girado en torno a «la bicha»: las indemnizaciones por despido. Veremos cómo se alteran con la práctica judicial. Algunos esperan que no cambie nada. En caso contrario, los más perjudicados serán los que más tiempo lleven en las empresas y tengan, a su vez, mayor necesidad de reciclaje. Si es así, se dirá que la reforma ha sido engendrada por el diablo. Se justificará entonces la necesidad de tener abierta la puerta de la prejubilación, pero esta debería cerrarse pronto con la reforma de las pensiones. Y, entonces, por fin, se entenderá que la negociación colectiva, las políticas activas de empleo y nuestro sistema de prestaciones, los otros palos sobre los que la reforma ha pasado prácticamente de largo, necesitaban un serio revolcón.

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