Nuevo contratiempo: Reyes viaja a Madrid

El pívot cordobés se resintió en el transcurso del choque de los problemas crónicos que arrastra en el cuello, pero aguantó estoicamente hasta el final para ayudar a sus compañeros a sellar el pase a cuartos, donde espera Serbia. Sin embargo, el dolor fue a más al llegar al hotel de concentración y se tornó en insoportable durante la noche, por lo que los médicos de la selección decidieron ayer que aprovechara el día libre concedido por Sergio Scariolo y viajara hasta Madrid para ser examinado por el doctor José Fabregat, el especialista que ha tratado al jugador de esta dolencia en anteriores ocasiones.

A pesar de las molestias, Felipe Reyes se convirtió el sábado en un baluarte ante los griegos. El madridista contribuyó a cerrar el rebote, uno de los graves problemas de España durante el Mundial, y con diez capturas terminó primero en la estadística del partido en este capítulo. Además, anotó seis puntos y dio una asistencia. El propio presidente de la Federación fue el primero en destacar el compromiso del pívot con la selección y con sus compañeros: «Nos ha dejado claro que su único objetivo en las próximas horas es recuperarse para seguir dándolo todo por el equipo». A pesar del contratiempo, José Luis Sáez se mostró confiado en la recuperación de Reyes «para que pueda preparar el decisivo partido de cuartos contra Serbia».

El máximo responsable de la expedición respiró mucho más tranquilo al confirmarse por la tarde que jugará contra los balcánicos después de que el doctor Fabregat le pudiera infiltrar en la zona cervical al no apreciar ninguna lesión grave. Así lo reconoció el propio Felipe Reyes en la página web de la Federación: «Todo ha ido bien. El doctor me he dicho que no era nada grave y ya me siento mejor, por lo que estoy contento de poder volver a Turquía para estar con mis compañeros y poder disputar los cuartos».

El sacrificio del pívot, que tomará un avión a lo largo de la mañana con destino a Estambul, no es una excepción en esta selección. Juan Carlos Navarro, máximo anotador del choque de octavos con 22 puntos, saltó a la cancha después de perderse el último partido de la fase previa por unas inoportunas molestias en la espalda. El capitán, después de diez años vistiendo la camiseta española, hizo de tripas corazón y dio lo mejor de sí para conseguir la clasificación. Con un cien por cien de acierto en tiros de dos (5 de 5) dio la cara en todo momento y tiró del carro en los momentos más difíciles. El escolta afirmó al final del duelo que se encontraba mejor de sus problemas físicos, aunque reconoció que en un partido de la trascendencia del disputado ante Grecia «uno se olvida de muchas cosas».

Mientras Felipe Reyes pasaba el mal trago de tener que viajar hasta Madrid para conocer el alcance de su lesión, sus compañeros disfrutaron del merecido día de descanso concedido por el seleccionador nacional después de la trascendental victoria ante los griegos. Varios jugadores aprovecharon para hacer turismo por Estambul y visitar una ciudad que fue capital de imperios y centro mundial de la cultura en la época bizantina. La selección quiere también hacer historia en el baloncesto mundial y para ello el siguiente paso es ganar a Serbia.