Cospedal pide la privatización de la televisión pública de Castilla-La Mancha

Los rivales políticos ensayan ante Rajoy, -que se presentó por sorpresa en las Cortes-, su duelo electoral

José María Barreda y María Dolores de Cospedal se vieron ayer las caras en el Salón de Plenos de las Cortes de Castilla-La Mancha, que celebra el tercer debate sobre el Estado de la Región de esta VII legislatura, que entra ya en su recta final. Tras el discurso de casi dos horas que pronunció por la mañana el presidente de Castilla-La Mancha, con multitud de datos pero con escasas novedades, la tarde se animó con la llegada a la tribuna de invitados del presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, que se encontraba en Toledo en el retiro que su partido está celebrando en el Parador Nacional.

Un año más con el telón de fondo de la crisis económica, en esta primera sesión del Debate sobre el Estado de la Región se ha hablado del fracaso en las negociaciones para el Estatuto de Autonomía, la desaparición de la Caja de Castilla-La Mancha (CCM) y el traspaso de su negocio financiero a un banco propiedad de Cajastur; sobre la controversia por el aeropuerto de Ciudad Real; los datos del paro que superan las 200.000 personas e, incluso, del caso Seseña, del que el PP volvió a pedir una Comisión de Investigación, sin éxito.

Una de las propuestas más destacadas de Barreda, que intentó lanzar un mensaje de esperanza en el futuro de esta región, fue el anuncio de impulsar una proposición de Ley del Agua en el Congreso de los Diputados en la que estén incluidas todas las demandas que en esta materia contenía el fallido Estatuto de Autonomía. Se trata, según dijo, de «recuperar» para Castilla-La Mancha sus «justas aspiraciones». La proposición de ley recogerá lo que estaba previsto en el estatuto en cuanto a participación en órganos de gobierno, en planificación hidrológica, en inversiones y en la gestión de los recursos.

María Dolores de Cospedal aprovechó el Debate para avanzar un plan de 48 medidas «anticrisis» que será el germen de su programa electoral, entre las que se incluye una propuesta «valiente» para privatizar Radio Televisión Castilla-La Mancha (RTVCM). Se trata, según dijo, de mejorar un «instrumento de propaganda» del Gobierno socialista y que en los últimos cinco años ha costado 500 millones de euros, el equivalente a casi 83.000 millones de las antiguas pesetas, dinero con el que se «podrían haber hecho muchas cosas», como «mejorar la calidad de la sanidad y la educación» en Castilla-La Mancha. Ante esta propuesta, Barreda preguntó a la líder de la oposición, si además de proponer la privatización de la Radiotelevisión de Castilla-La Mancha, mantiene esta misma posición con el resto de televisiones públicas.