Hazte premium Hazte premium

Logroño despide en un emotivo acto a los dos guardias civiles fallecidos

Decenas de vecinos de Logroño acompañan a las familias de José María Galera y Abraham Leoncio Bravo

efe

SONIA BARRADO

La emoción y el dolor se apoderaron ayer del cuartel de la Guardia Civil en Logroño, donde se celebró el funeral por los dos agentes fallecidos el martes en el atentado terrorista perpetrado contra miembros del contingente español en Afganistán. El capitán del Instituto Armado, José María Galera , y el alférez Leoncio Bravo estaban destinados en el Centro de Adiestramientos Especiales de la Unidad de Acción Rural (UAR), con sede en Logroño, y allí fue donde fueron despedidos por sus familiares, amigos y compañeros. Mientras, el intérprete muerto en el mismo tiroteo, Ataollah Taefik, será despedido hoy en la intimidad en Zaragoza.

En la capital riojana, numerosas personas quisieron acercarse hasta la base militar para arropar a los más allegados de los guardias civiles fallecidos. Les acompañaron también el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba , y la titular de Defensa, Carmen Chacón , entre otras autoridades. La ceremonia fúnebre tuvo que retrasarse más de una hora por la demora en las respectivas autopsias practicadas en Madrid y tras las que se trasladaron los cuerpos hasta Logroño.

La consternación reinó durante todo el acto, ya que esta base militar es más que un acuartelamiento de la Guardia Civil, pues en él residen 500 agentes y son como una gran familia. La muerte de José María Galera y Leoncio Bravo, ambos de 33 años y con varias condecoraciones en el Cuerpo, ha supuesto un duro golpe para sus compañeros, que afirmaron que no sólo se han perdido dos guardias civiles, sino “dos grandes personas”.

Les impusieron la cruz de oro y la medalla al mérito militar

A las ocho y media de la tarde llegaban los coches fúnebres con los féretros, que recibieron una despedida más íntima en una pequeña capilla improvisada. El funeral lo presidieron los Príncipes de Asturias , que llegaron ayer a España procedentes de Grecia. Don Felipe vestía el uniforme del Ejército de Tierra, mientras que Doña Letizia iba de riguroso negro.

Después del saludo del Príncipe al jefe de la Unidad de Acción Rural, el coronel Félix Torquemada, Sus Altezas Reales dieron su cariño a los familiares de los agentes asesinados, que no pudieron contener las lágrimas. La viuda del capitán José María Galera, muy afectada, ni siquiera pudo levantarse.

Los tres Ejércitos

Ante representantes de los tres Ejércitos, comenzó el funeral con la llegada de la enseña española, que lucía el crespón negro y que se da la circunstancia que fue amadrinada en 2005 por Doña Letizia con motivo del XXV aniversario de la creación de la Unidad de Acción Rural de la Guardia Civil y en reconocimiento a su labor contra el terror. Los féretros fueron trasladados a hombros de sus compañeros hasta el patio de armas mientras sonaba el himno nacional. Seguidamente, el Príncipe les impuso, a título póstumo, dos medallas al mérito militar: la Cruz al mérito militar con distintivo rojo y la Cruz de Oro al mérito de la Guardia Civil, las máximas condecoraciones.

Bajo un silencio sobrecogedor comenzó la misa oficiada por el arzobispo castrense Juan del Río y se realizó un homenaje a los caídos, con lo que se profesó el reconocimiento a todos los agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado fallecidos en acto de servicio. El capitán Galera será enterrado en Albacete, de donde procedía. Su compañero, el alférez Bravo, será incinerado en Logroño y sus cenizas trasladadas a la localidad castellano-leonesa de Aranda de Duero, en la que reside su familia.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación