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ABC Cultural

Abbado conmociona Lucerna

El director italiano regresa al podio tras varios meses de ausencia y brinda una nueva lección de calidad

ALBERTO GONZÁLEZ LAPUENTE

Entre las muchas singularidades del Festival de Lucerna 2010 no hay duda de que la vuelta al trabajo de Claudio Abbado es una de las más reconfortantes. Hace algunos meses que el director italiano tuvo que retirarse a descansar, aunque lo hizo con el calendario ... ajustado para que Lucerna continuara siendo la cita de todos los años. Así ha sido, especialmente desde 2003 cuando, en compañía del director artístico de evento, Michael Haefliger, fundó la Lucerne Festival Orchestra. En ella participan solistas de prestigio (Korja Blacher, Wolfram Christ, Natalia Gutman, Sabine Meyer…), músicos de la Mahler Chamber Orchestra y, entre todos ellos, algunos españoles, gente joven. La razón que les une a todos es el trabajo en común con el director italiano y el convencimiento de que junto a él se logra una manera muy especial de entender la música. En esta edición del Festival, Abbado dirigió «Fidelio», de Beethoven, en versión concertante y acaba de interpretar la Novena Sinfonía de Mahler a punto de concluir el ciclo sinfónico mahleriano que, poco a poco, ha ido presentando y grabando en Lucerna, en lo que ya es un legado de referencia sobre esta música.

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