Un muerto al impactar un rayo contra un avión en el Caribe

Al menos 119 personas resultaron heridas, la mayoría leves, entre los 125 pasajeros y seis miembros de la tripulación que viajaban en el Boeing 737-700 de la compañía privada Aires. Cinco personas quedaron ingresadas en estado grave, en especial una niña de once años, que presentaba un trauma craneoencefálico y fue operada. El gobernador de San Andrés, Pedro Gallardo, consideró «un milagro y tenemos que dar gracias a Dios» que solo hubiera muerto una persona, después de ver el avión partido en tres trozos.

El accidente aéreo ocurrió hacia la 1.50 hora local (8.50 en la península) cuando el Boeing que cubría la ruta Bogotá-San Andrés se dirigía hacia el aeropuerto de la turística isla «en medio de una intensa tormenta eléctrica, cuando un potente rayo habría ocasionado su descontrol en la cabecera de la pista», informó a Caracol Radio el coronel Gustavo Barrero, comandante del Grupo Aéreo del Caribe de la Fuerza Aérea Colombiana.

Diferentes nacionalidades

Cinco personas tenían heridas graves, mientras que más de cien fueron atendidas en dos hospitales de la isla, confirmó a Efe el director de seguridad ciudadana de la Policía Nacional, el general Orlando Páez Barón. En el vuelo 8520 de Aires viajaban también personas de nacionalidad brasileña, estadounidense, costarricense, francesa y alemana, que no sufrieron lesiones de gravedad. Al menos cinco personas fueron dadas de alta, mientras que solo seis resultaron ilesas, entre ellas un bebé de dieciocho meses, según las mismas fuentes. Los hoteles de San Andrés, isla que se halla a unos 190 kilómetros al este de Nicaragua y que éste país reclama, prestaron camas y otro tipo de logística para atender a los pacientes.

A pesar de que la aeronave se aproximaba al aeropuerto en medio de una tormenta, con rayos incluidos,todo parecía normal y bajo control, según el testimonio de Ricardo Ramírez, un ingeniero que estaba de vaciones, informa Ap. El avión chocó levemente sobre la pista y se deslizó sobre su parte inferior mientras el fuselaje se fracturaba. «Al caer aparecimos sentados en nuestros asientos encima del pavimento», relató Ramírez, que tuvo que quitarse velozmente el cinturón de seguridad y ayudar a su esposa porque empezó a ver fuego en medio del avión partido.

Barrero destacó la «pericia» del piloto —también herido, junto al copiloto—, que «no permitió que la aeronave se saliera de la pista; debido al impacto, se desprenden los motores del avión y éste se parte en tres». El militar insistió en que la causa del accidente era incierta. «No se puede especular. ¿Un rayo? ¿Una ráfaga de viento? La investigación lo dirá».

En una primera valoración, fuentes de toda solvencia consultadas por ABC indicaron que resulta inusual que un rayo parta un avión, puesto que éste se comporta como una «campana de Gauss»: «El rayo entra por el lugar del avión donde impacta y esa electricidad corre por la estructura del avión y se descarga al aire, dentro no pasa nada». Un rayo, agregó el mismo experto, «no derriba a un avión, sino la turbulencia asociada a la tormenta que provoca el rayo».