Hazte premium Hazte premium

Murdoch se va de China por la censura

El magnate vende a un fondo estatal sus acciones mayoritarias en tres canales de TV por cable de Hong Kong

PABLO M. DÍEZ

Otra multinacional occidental se acaba estrellando contra la Gran Muralla china. Tras el fiasco de Google, que cerró en marzo su portal en mandarín para protestar contra la censura del régimen en internet, le toca el turno a Rupert Murdoch, el magnate de los medios de comunicación que posee, entre otros, la cadena de televisión Fox News, los estudios de cine 20th Century Fox, la editorial Harper Collins y periódicos de referencia como «The Wall Street Journal» o «The Times».

Su compañía News Corp., la tercera del mundo en la industria de la información y el entretenimiento tras Walt Disney y Time Warner, vendió ayer sus acciones mayoritarias en tres canales de Star TV, una televisión por satélite de Hong Kong, a China Media Capital (CMC). Así se conoce al primer fondo de inversión especializado en medios de comunicación creado el año pasado por el régimen de Pekín, que cuenta con un capital de 5.000 millones de yuanes (558 millones de euros) y está formado por Shanghai Media Group, la segunda empresa informativa del gigante asiático, el Banco de Desarrollo de China y China Broadband Capital.

En mandarín y cantonés

Aunque News Corp. no desveló los términos ni la cuantía del acuerdo, se desprenderá de los canales de televisión Xing Kong, Xing Kong International, Channel Mainland China y del fondo de películas Fortune Chinese, con 757 títulos en mandarín y cantonés.

Tras adquirir Star TV a mediados de los años noventa por más de 500 millones de euros, Murdoch se retira del mercado chino frustrado por las restricciones que impone el régimen de Pekín a los medios de comunicación. Cuando se hizo con Star TV, el magnate aseguró que «las telecomunicaciones son una amenaza para los regímenes totalitarios, ya que las emisiones por satélite permitirán a los ciudadanos hambrientos de información sortear los canales de televisión controlados por los gobiernos».

Nada más lejos de la realidad. El año pasado, Murdoch se quejaba en una conferencia en Pekín de que «los cambios en la regulación de los medios iban muy lentos en China» y pedía «un mayor respeto a los derechos de propiedad intelectual por la proliferación de la piratería».

Se retira hastiado

Hastiado por no poder tener acceso a una audiencia televisiva de más de 1.000 millones de espectadores, Murdoch tira la toalla en China e intenta centrarse en el también boyante mercado indio, más abierto y democrático. Y es que, según calcula Reuters, los tres canales ahora vendidos no facturaban más de 38 millones de euros anuales.

Ello se debe a que el régimen chino ha impedido la propagación de las televisiones por satélite para que otros medios de comunicación ajenos a la propaganda oficial no socaven su poder político con informaciones críticas e independientes. Limitados a la provincia sureña de Guangdong, fronteriza con Hong Kong, los canales por cable de Murdoch no se han podido extender al resto de China porque el Gobierno prohíbe las antenas parabólicas en las casas privadas y sólo las autoriza en los hoteles internacionales y de más de tres estrellas.

Aunque una cierta relajación ha permitido que en los últimos tiempos se vean más antenas parabólicas en ciudades como Pekín o Shanghái, suelen pertenecer a ciudadanos extranjeros y son pocos los chinos que reciben la señal de cadenas como CNN, Fox News, la BBC o Sky News, que además son censuradas cada vez que incluyen en sus programaciones informaciones negativas para el régimen.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación