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La letra pequeña del PIB chino

¿Maquilla el gigante asiático sus cifras? El hábito de las provincias de inflar los datos dispara las sospechas

EFE

PABLO M. DÏEZ

Mientras el resto de países intenta salir de la crisis, el Producto Interior Bruto (PIB) de China sigue asombrando al mundo con crecimientos de dos dígitos tanto en el primer semestre (11,9%) como en el segundo (10,3%). Para el tercero, el régimen de Pekín ya ha anunciado que su intención es rebajarlo hasta el 9,2% con el fin de controlar la inflación y la especulación urbanística, que están recalentando la economía y disparando los precios por el espectacular aumento de los créditos bancarios para comprar pisos que se registró durante el año pasado.

Pero la verdadera pregunta del millón, ya sea de dólares o de yuanes, es cuánto crece China en realidad. El pasado fin de semana, 29 provincias revelaron los datos de sus respectivos PIB y, según el periódico «Legal Mirror», casi todas crecieron por encima del 11%, muy por encima del 10,3% de la media nacional. A tenor de dichas cifras, el PIB ascendió en la primera mitad del año a 18 billones de yuanes (2 billones de euros), 800.000 millones de yuanes (89.367 millones de euros) más de lo contabilizado por la Oficina Nacional de Estadísticas.

Es el alza del PIB prevista para el tercer trimestre. Los dos primeros se saldaron con dobles dígitos: 11,9% el primero y 10,3% el segundo

¿Cómo es que posible que haya tal descuadre en las cuentas? ¿Acaso unos las calculan con ordenadores y otros con ábacos? Yuan Gangming, un economista de la Academia China de Ciencias Sociales, daba la respuesta al citado diario: «Es posible que algunos gobiernos locales hayan estado manipulando sus libros de contabilidad para mejorar las cifras».

Doble contabilidad

Sin embargo, a juicio de Ye Qing, subdirector de la Oficina Provincial de Estadísticas en Hebei, el motivo es otro. «Ha podido haber doble contabilidad debido a los proyectos de cooperación entre regiones», explicó al periódico «Global Times», al que añadió que los métodos de cálculo que emplea el Gobierno central son distintos a los utilizados por las autoridades provinciales.

Por extraño que parezca, estas discrepancias no son nuevas. De hecho, la diferencia entre los datos locales y nacionales fue incluso mayor en la primera mitad del año pasado, cuando ascendió a 1,4 billones de yuanes (156.363 millones de euros). Consciente de estas anomalías, el Gobierno chino emitió la semana pasada una circular aclarando los protocolos para calcular el PIB y evitar la doble contabilidad.

Desde que Thomas Rawski, economista de la Universidad de Pittsburg, cuestionara por primera vez los datos del crecimiento chino en 1998, se ha extendido la idea de que el régimen de Pekín suele exagerar sistemáticamente sus cifras.

En última instancia, los culpables de este desaguisado numérico no serían los responsables de Finanzas del Ejecutivo central, sino las autoridades provinciales y locales, que tienden a inflar sus resultados económicos para demostrar así ante sus superiores el cumplimiento con creces de los objetivos marcados. Algo que, por otra parte, no sería en absoluto descabellado en un país como China, gobernado a golpe de decreto y donde no hay demasiado espacio para la improvisación política.

Previendo dichas manipulaciones en los libros de contabilidad, el Ejecutivo central suele ajustar y rebajar varios puntos las estimaciones proporcionadas por las provincias, pero sin desvelar la metodología que utiliza para ello.

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