El cambio climático trae nuevas plagas

La cucaracha americana, la chinche de cama o el mosquito tigre han reaparecido o llegado por primera vez a España por el aumento de la temperatura y los viajes.

La cucaracha americana, la chinche de cama o el mosquito tigre son algunas de las plagas que han reaparecido o llegado por primera vez a España de la mano de la globalización y el cambio climático, según Milagros Fernández de Lezeta, directora general de la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (Anecpla).

Las temperaturas más cálidas durante el invierno y el aumento del tránsito de pasajeros y mercancías a nivel mundial contribuyen a la proliferación y asentamiento de determinadas especies, sobre todo de insectos.

Alergia y salmonella

La chinche de cama desapareció de Europa tras la II Guerra Mundial. Pero ha regresado con la intención de quedarse. Y se vale de las maletas de los viajeros o de los mueblos antiguos que éstos compran en países con escasas condiciones higiénico-sanitarias para desplazarse. De color marrón y apariencia plana, no trasmite ninguna enfermedad. Sin embargo, sus picaduras provocan incomodidad o insomnio.

La cucaracha americana, implantada en la península desde hace años, será su ejemplo a seguir por su alto grado de adaptación al cambio climático. Este insecto, natural de los trópicos, puede planear y es más resistente y grande que la de color negro a la que estamos acostumbrados en España.

Las cucarachas contaminan los alimentos que tocan y pueden portar salmonella. Hay personas, incluso, que desarrollan alergias debido a su presencia, explica Fernández de Lezeta.

Menos químicos para combatirlas

El mosquito tigre asiático ha invadido Italia. En España sigue confinado en Cataluña desde que llegara allí en 2004, en concreto a la zona de San Cugat del Vallés, de «okupa» en camiones que transportaban neumáticos. No mide más de 5 milímetros, pero su picadura produce fuertes dolores e inflamaciones, así como reacciones alérgicas. Siempre ataca por el día, a diferencia de su primo, el mosquito común.

Los especialistas que combaten las plagas disponen de menos herramientas que antes, opina Fernández de Lezeta. La Unión Europea ha prohibido ciertos productos químicos, como el DDT (Dicloro Difenil Tricloroetano), que en el pasado se empleó como insecticida para eliminar, entre otros, a la chinche de cama, «por su peligrosidad».