El Gobierno, a septiembre con la maleta llena de asignaturas pendientes

Un rosario de problemas esperan su resolución sobre la mesa de Rodríguez Zapatero, que harán de su verano quizá el más estresante que haya conocido, ya a las puertas de un casi seguro repunte del paro por el fin del verano y de su primera huelga general el 29 de septiembre. Pero ahora, toca cerrar.

Los cambios que a golpe de decreto ley aprobó el gabinete socialista para el mercado de trabajo salieron adelante en el Congreso sólo con los votos favorables del PSOE, pero la norma fue convalidada y ahora está en pleno proceso de enmiendas. Su tramitación se hará por la vía de urgencia, un duro proceso de negociación en el que, como reconoció el propio Zapatero, «hay que seguir trabajando» y «si hay que trabajar en julio y agosto, se hará». De hecho, el debate de esta norma en el Senado está prevista para finales del mes de agosto y su aprobación definitiva para los primeros días del mes de septiembre.

Presionado por Bruselas, el Gobierno tuvo que dar el paso y enfrentarse a sus aliados con la reforma laboral, como lo hará, presionado también por las instancias europeas, con la reforma de las pensiones. El Ejecutivo se ha puesto como plazo máximo después del verano para ponerlas en marcha y, claro está, mejor con el aval del Pacto de Toledo, pero de no haber asentimiento a sus propuestas no dudaría en recurrir de nuevo al decreto-ley, aunque en este caso tampoco habría garantías de que la norma saliera adelante durante su convalidación parlamentaria tras el fuerte rechazo de los grupos parlamentarios a la congelación de las pensiones.

Peliagudas son las reformas que el Ejecutivo tiene que zanjar, como sus planes para pedir más esfuerzos a los que más tienen ante el galopante déficit y las obligaciones impuestas de reducirlo hasta el 3% del PIB en 2013. Si claro estaba que el Presupuesto para 2011 incluiría una subida de impuestos «a los que más tienen», Zapatero se encargó de recordarlo en el reciente Debate sobre el estado de Nación y esta semana en la sesión de control al Gobierno. Tras reclamar Rajoy al presidente concreción en sus planes contra la crisis, el jefe del Ejecutivo, concluyó en que «pedirá mayor esfuerzo a los españoles si hay que hacerlo», que se concretarán en las cuentas públicas para 2011 e irán dirigidos a los ciudadanos con «alta capacidad económica», un viaje para el que pidió el apoyo al principal partido de la oposición. Pero ¿qué hará finalmente el Gobierno?

Reportaje completo mañana en el dominical económico EMPRESA. Con ABC.