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Guillermo Orsi, premio Hammett 2010

La Semana Negra premia a la nueva literatura social argentina

EFE

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La nueva literatura social argentina, inspirada en el clima de corrupción y violencia que vive Buenos Aires desde la crisis de la pasada década, cautivó al jurado de la Semana negra de Gijón que ha otorgado hoy los premios Hammet y Rodolfo Walsh a Guillermo Orsi y Javier Sinay, respectivamente.

La fuerza de los relatos, uno de ficción, "Ciudad Santa", de Orsi; y el otro basado en hechos reales, "Sangre joven", de Sinay, ha sacudido la conciencia de los jurados respectivos que, por unanimidad, escogieron estas obras como las mejores editadas el pasado año.

Aunque distintas en su estilo y trama, las novelas del veterano Orsi y del joven Sinay tienen un escenario en común: el Buenos Aires corrupto y violento heredado de la crisis económica y política que sacudió al país en la década pasada y que fue conocida con el nombre de "El corralito". "Es como si la crisis económica hubiera sembrado a la literatura negra de muchísimo talento que ahora esta floreciendo", había dicho el director de la Semana Negra, Paco Ignacio Taibo, la pasada semana al inicio del festival multicultural sorprendido ante la cantidad de obras de autores argentinos que se presentaron al concurso.

Guillermo Orsi

"Ciudad santa", de Orsi, ganadora de premio más importante que entrega la Asociación Internacional de Escritores Policíacos, describe con precisión quirúrgica la violencia, corrupción y desesperanza de una sociedad cuya distancia del resto del mundo es equivalente a la paridad cambiaria de su moneda. Orsi (Buenos Aires, 1946), uno de los tres pilares de la narrativa negra contemporánea argentina junto a Ernesto Mallo y Raúl Argemí, maneja una trama compleja en la que se entrecruzan policías ex torturadores reciclados, una bellísima joven rubia boliviana y los turistas de un crucero encallado en el Río de la Plata que son secuestrados.

Aunque es un relato de ficción, los personajes que dibuja Orsi en "Ciudad Santa", son perfectamente reconocibles en un Buenos Aires que abandonó su pasado de "capital cultural" iberoamericana para transformarse en una especie de "bronx sudaca" donde la vida vale el mismo precio que una bala.

Javier Sinay

Ese mismo clima se advierte en "Sangre Joven", primera novela del joven bonaerense Javier Sinay, ganadora del Rodolfo Walsh, un premio que la Semana negra incorporó hace algunos años en homenaje al periodista argentino asesinado por la dictadura. Sinay ha hecho un retrato de su propia generación, nacida en los años ochenta, sometida a la desesperanza de no tener siguiera un futuro por delante y de carecer incluso de un pasado digno.

En la obra de este joven periodista se suceden los crímenes sin demasiado sentido vistos a la distancia que da el sentido común pero comprensibles desde la perspectiva de la sinrazón de la violencia por la violencia. Federico muere a los 20 años a manos de un adolescente por una cuestión de celos, otro joven dispara sobre sus compañeros de clase, la Policía mata a tiros a un violador de 16 años, son algunas de las escenas cotidianas en las noches de la ciudad que nunca duerme que Sinay cuenta sin prejuicios.

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