Los díscolos llaman a la puerta
El núcleo duro de Miguel Zerolo da forma a sus veleidades soberanistas dentro de CC, en medio del debate sobre su candidatura a la Alcaldía, con una corriente de opinión que irrita a más de un alto cargo del partido
Tiene fama Miguel Zerolo de marcar tiempo y territorio en Coalición Canaria. Convertido el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife en su particular menceyato, el alcalde es amado y odiado a partes iguales en la sede de Galcerán, un verso suelto en los círculos «coalicioneros» amado y odiado a partes iguales. En medio del debate abierto sobre su candidatura a la Alcaldía, con pugna incluida con el presidente del comité local y vicepresidente del Cabildo, José Manuel Bermúdez, su núcleo duro liderado por el concejal de Seguridad Ciudadana, Hilario Rodríguez, promueve una corriente de opinión interna dentro del partido que coquetea con el soberanismo.
Taller Secundino Delgado, que toma el nombre del histórico padre del nacionalismo canario, está en fase de aceptación por parte del partido y Zerolo no oculta, ni mucho menos, sus simpatías hacia la iniciativa, lo mismo que Norberto Plasencia (concejal de Obras Fiestas) y quien sabe también si la diputada tinerfeña Dulce Xerach, que estos días se ha desahogado en su blog personal tras la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña: «Esta sentencia supondrá un trauma social, y si no ya veremos. Y no trae nada nuevo. Pero si queríamos trauma lo vamos a tener porque es precisamente entre los no independentistas de Cataluña entre los que peor ha sentado este nuevo abuso de poder central. Y si esto es lo que hacen con Cataluña, con esta mega-región económicamente potente, innovadora y europea, imaginen lo que pueden hacer con Canarias». No es casual la elección de Secundino Delgado, emblema del PNC y de distintos colectivos vinculados al independentismo. Poeta y anarquista (para algunos), emigró a América a finales del siglo XIX buscando nuevos horizontes que le llevaron a contactar con el independentismo cubano, principalmente, y venezolano.
«Polémicas»
La corriente ya tiene el número de miembros necesario (cincuenta afiliados por cada provincia) y se ha nombrado un equipo de trabajo en la Comisión Permanente para determinar si sus objetivos casan con la ideología del partido. «No vamos a alimentar polémicas, esto es normal dentro del debate del partido, pero quiero dejar claro que CC no apuesta por la independencia, no está en nuestro ideario», señala a este periódico la secretaria de Organización, María del Mar Julios. No obstante, deja claro que la corriente de opinión sirve para estimular el debate interno pero en ningún caso para fijar posiciones públicas.
En todo caso, desde algunas vertientes de partido esta corriente no está bien vista, aunque pocos se posicionan públicamente al menos hasta que no esté aprobada por los órganos del partido. De los que sí han hablado destaca el presidente del Parlamento de Canarias, Antonio Castro, que semanas atrás pedía a su partido «más nitidez» en los mensajes políticos y evitar la «confusión» de cara a unas elecciones autonómicas donde el PP es una serie amenaza para arrebatarle la Presidencia del Gobierno a Paulino Rivero. No en vano, el documento fundacional de la corriente es bastante explícito. Su objetivo básico es alcanzar la unidad de todos los nacionalistas para a partir de ahí iniciar la creación de la verdadera conciencia nacional canaria. El taller considera que el Estado español ha «eludido» su obligación histórica con Canarias pues apenas ha otorgado «leves» cuotas de autogobierno, siendo un «freno» a las ambiciones de soberanía de la nación canaria. Por ejemplo, son críticos con su propio partido por fomentar un modelo electoralista «pensado para dar cobertura a cargos públicos», cuando, en su opinión, debería ser el partido del pueblo canario.
No ocultan que su ambición real es el «soberanismo», pero antes de dar ese paso, hay que luchar por mejorar las cotas de autogobierno. ¿Cómo? Con la creación, por ejemplo, de una Hacienda Canaria que negocie con el Estado mientras no cambie la relación actual, que exigiría, a su juicio, un estatus especial.
Son partidarios también de fijar una Ley de Residencia que permita controlar el crecimiento demográfico y negociar directamente con la Unión Europea los asuntos de mayor interés. De hecho, creen que Canarias, como otros pueblos soberanos, debe articular políticas en igualdad de condiciones con los paises de su entorno. Sostienen que los canarios tienen una identidad cultural propia que les hace pertenecientes a un grupo. También plantean la defensa de la integridad territorial del Archipiélago incluyendo islas, islotes, aguas territoriales y jurídicas, espacio aéreo y radioeléctrico y zona económica exclusiva. Desde el punto de vista económico exigen una redefinición del modelo actual basado en los servicios y el turismo potenciando el sector primario y secundario prestando especial atención a las nuevas tecnologías.
Explotación
Asimismo, plantean también alcanzar la «independencia energética» con energías limpias más aptas para las Islas y la necesidad de explorar de manera «racional» los recursos en beneficio propio. Aquí son inflexibles: «Los recursos de Canarias, desde los posibles yacimientos de petróleo hasta nuestro clima y nuestra naturaleza, no pueden seguir en manos de otros que expolian nuestras riquezas sin que de ello se beneficie nuestro propio pueblo».
La corriente de opinión ya ha abierto su perfil en la red social Facebook, que han convertido en una potente herramienta de trabajo y debate. Cuenta con 395 amigos y está muy conectado a la actualidad y a la vida diaria del partido.
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