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Bono: «Zapatero debe seguir hasta que lo releven los electores»

Entre rumores de crisis de Gobierno, advierte: «No criticaría al presidente si redujera el número de ministerios»

ÁNGEL DE ANTONIO

MARIANO CALLEJA

—Este domingo se celebra por primera vez el Día de las Víctimas del Terrorismo en el Congreso. ¿Era una asignatura pendiente?

—Este domingo cumplimos un deber cívico y hacemos un ejercicio de dignidad. España tiene el cuerpo dolorido por tantas personas asesinadas por los terroristas. No cabe más calmante a ese dolor que la Guardia Civil, la beligerancia de la sociedad vasca y la Policía. Nos hemos puesto de acuerdo en reunirnos un día al año en el Congreso para honrar a los muertos, reconfortar a los vivos y aborrecer a los asesinos.

—¿Por qué justamente este día?

—Lo vamos a conmemorar siempre el 27 de junio para que nunca se olvide que ese día ETA asesinó a una niña de 22 meses, Begoña Urroz. Para que los ignorantes o los perversos no puedan decir que la primera víctima de ETA fue un político, un militar, un guardia o un policía. Fue una niña que hoy tendría 52 años.

—El homenaje llega además con un acuerdo muy importante entre el PP y el PSOE sobre el contenido de la futura Ley de Víctimas.

—Sí, pero es más decisivo tener claro que ganarle a ETA es más importante que ganar las elecciones. Si siempre lo hubiésemos tenido claro quizás ETA ya no exitiría.

—¿Cómo ha recibido la noticia de un posible acercamiento a Batasuna desde el PSE?

—El único acercamiento que deseo a ETA es acompañado de la Guardia Civil para detenerlos. Por tanto veo muy mal que alguien pretenda hacer política con cómplices de asesinato, que es lo que son los dirigentes de Batasuna cuando no son directamente secuestradores o asesinos. Pregunten por Otegi a Rupérez. Lamentablemente ya no le podemos preguntar a Gabriel Cisneros. Contra los dos políticos intervino este personaje.

—Otegi, el hombre de paz que decía Zapatero.

—Lo decía él. Otegi decía querer la paz, sin que hubiese guerra. Aquí no ha habido guerra, aquí las bajas han sido todas nuestras. Es decir, de los inocentes.

—¿Cree que habrá un nuevo proceso de negociación antes o después?

—Ni lo creo ni me cabe en la cabeza.

—¿Cómo habría que actuar si las listas de EA quedan contaminadas por Batasuna?

—A esos vientres de alquiler probablemente habría que practicarles un aborto terapéutico. La ambigüedad no debe caber en ningún partido decente. A ETA sólo le cabe levantar las manos y rendirse. Cualquier condescendencia o ambigüedad con el terror corrompe y envenena.

—¿Hasta llegar a la ilegalización de un partido democrático si da cobertura a los terroristas?

—Utilizando el ordenamiento jurídico habría que impedir por todos los medios que quienes defienden el terror se sienten en un escaño democrático. Los terroristas ensucian todas las causas que tocan, y si tocan un partido democrático lo contaminan.

—Cambiamos de capítulo. ¿Usted se considera rico?

—No voy a decir que soy pobre de pedir, como asegura Esperanza Aguirre, pero le cambio mi patrimonio y el de mi familia por el de la suya a ojos cerrados. Mire, sólo me falta tirar octavillas por toda España con mi patrimonio. Lo he declarado en el Congreso, lo he mandado al señor Rajoy, lo he comunicado al fiscal, he informado a la Junta de Portavoces... Fui el primer político de España que publicó sus bienes, desde 1995, en el Diario Oficial de Castilla-la Mancha. No cabe más transparencia. Lo que cabe es seguir el mismo camino.

—¿Pero se ha enriquecido desde que entró en política?

—Lamentablemente han muerto mis padres y he heredado, ha muerto mi suegro y ha heredado Ana, que, por cierto, trabaja y es empresaria. Mis tres hijos mayores son independientes y trabajan. Tengo la casa en que nací, en la casa en la que vivo, un apartamento en la playa, 17 hectáreas para una hípica y dos hectáreas en mi pueblo. Esa es la realidad.

—Le pregunto más por la política. ¿La política le ha dado dinero?

—Tengo una nómina durante 42 años de vida laboral como abogado, presidente de Castilla-La Mancha, ministro y presidente del Congreso. Hay quienes dicen que no ahorran, que pierden dinero, o que, como Aguirre, no llegan a fin de mes con 6.000 euros, pues qué le vamos a hacer.

—¿A cuánto asciende su patrimonio en millones de euros?

—No está en venta. Es el que le he dicho y por el que pago a Hacienda.

—¿Pero entiende que haya gente que tenga dudas?

—Sólo entiendo que dude quien no busca la verdad. Algunos tratan de difamarme por aquello de calumnia que algo queda. Pero a su periódico, cuando lo dirigía Giménez-Alemán, le llevaron un dossier similar, por el que usted ahora se interesa. Lo llevó al Consejo de Dirección y el señor Luca de Tena, tras un mes de investigación, dijo: «estamos ante una persona honorable». Esa es mi respuesta, la del ABC para el ABC. (Bono muestra la carta que ha recibido del ex director de ABC con esa explicación).

— ¿A usted, como socialista, le gusta la reforma laboral que ha aprobado el Gobierno?

—Lo más progresista que puede hacer un partido de izquierdas es ser eficaz a favor de aquellos que quieren trabajar y no tienen un puesto de trabajo. Un partido solidario y de izquierdas tiene que esforzarse por conseguir incrementar los niveles de empleo, aunque a veces las medidas que se adopten sean dolorosas. Es mucho más progresista crear empleo que subvencionar el paro.

—¿Y la reforma laboral cumple ese objetivo o no?

—Desde mi punto de vista, sí. No es un bálsamo de Fierabrás ni se trata de una pócima mágica, pero todo el mundo coincide en que reformar el mercado laboral era necesario.

—¿Entiende las discrepancias que el diputado Antonio Gutiérrez expresó con su voto hacia la reforma?

—Intelectualmente es comprensible que quien ha sido un líder sindical tenga algún reparo para una reforma laboral de esta naturaleza. ¿Se imagina a Cándido Méndez diputado socialista? Pues lo fue.

—¿Usted ha tenido dudas alguna vez esta legislatura a la hora de pulsar el botón?

—Me pregunta por el aborto. Pues mire, no debo faltarle a la verdad. Voté esa ley porque creo que reduce el mal que el aborto significa. La anterior ley permitía el aborto, por invocación de la enfermedad psicológica de la madre hasta el último momento del embarazo. Esta ley lo limita a las 22 semanas. Y este es un asunto importante, porque el 90 por ciento de los abortos se han llevado a cabo con la anterior ley invocando esta indicación de carácter psicológico. Esta ley es mejor que la anterior, pero yo no la voté por las mismas razones que otros compañeros míos, y no se lo voy a negar. Para mí el aborto no es un derecho, es un mal, y un mal nunca puede ser un derecho.

—Usted es cristiano declarado, y me interesa mucho saber cuánto le costó tomar la decisión de votar que sí a esta ley del aborto y si se planteó romper la disciplina de voto.

—En mi partido la disciplina es una responsabilidad compartida, más que una imposición castrense. A lo largo de la elaboración de la ley estuve preocupado y ocupado en que se hicieran algunas modificaciones, y algunas se hicieron, y fueron importantes en relación con la edad de la mujer o la objeción de conciencia.

—Volvemos al «tijeretazo» social. ¿El PSOE ha perdido las elecciones con estas medidas?

—Las elecciones no se ganan en 15 días ni se pierden en 15 días. Para las elecciones falta mucho tiempo, y quienes creen que las tienen hoy ganadas, porque miran al tendido y así lo perciben, yo les aconsejaría que en vez de al tendido se miren al espejo y se vean, y comprenderán humildemente que no conviene repartirse las victorias que no están en las urnas.

—¿Hacía falta congelar las pensiones?

—Algunos dicen que el ahorro en pensiones será muy bajo. Lo cual significa que las pensiones han sido poco afectadas. Quizá sea el aspecto más criticable.

—¿Ve a Zapatero con fuerza para ser candidato en 2012? Incluso fuerza física, porque Felipe González le ve en baja forma.

—Felipe González ha sido un gran presidente del Gobierno y un gran abogado, pero como psicólogo creo que tiene mucho que aprender. A Felipe González no se le interpretó bien. Comí con él la semana pasada y me dijo: no me han entendido.

—¿Y usted cómo ve a Zapatero?

—No hay más que acompañarle un sábado por la mañana en una de las excursiones matutinas... cansa a los escoltas, a los guardias civiles, y hasta a los ministros que se le acercan.

—¿Pero vería positivo que repitiera como candidato?

—En nuestro partido con carácter general ponemos candidatos para ganar, no nos pasa como en otros partidos, que los ponen para perder. Zapatero es un candidato para ganar. Ya lo ha hecho en dos ocasiones. Otros todavía están por estrenarse y ahí siguen. A quien hay que eliminar de la contienda es al candidato que pierde, pero ¿al que gana? Al que gana hay que mantenerlo hasta que lo releven los electores.

—¿Este Gobierno, tal y como está conformado ahora mismo, puede aguantar mucho más?

—Los gobiernos duran el tiempo que el presidente quiere. Cuando un presidente dice que no va a cambiar el Gobierno debemos entender que no lo va a cambiar en una semana y, aun así, esas declaraciones no son dogmas de fe. Tampoco hay que darle consejos sobre cuándo debe hacerlo.

—Es decir, que puede estar próxima la crisis.

—Me remito a lo que le he dicho.

—El Congreso ha pedido cuatro veces que se reduzca el número de ministerios. Algunas comunidades, como Castilla-La Mancha, han recortado el número de consejerías. ¿Debería tomar nota Zapatero?

—No soy quien para aconsejarle, pero si lo hiciera tampoco lo criticaría. No sería el fin del mundo. Sería sólo el fin de algún ministerio.

—¿Por qué no se cumplen los mandatos del Congreso?

—Las proposiciones no de ley no obligan desde el punto de vista jurídico. Sin embargo, como presidente del Congreso digo que sus mandatos políticos han de ser tenidos en cuenta.

—¿Hacen falta tres vicepresidencias con la que está cayendo?

—Puede haber gente que crea que no. Ahora bien, ese no es el problema más grave.

—¿Y usted qué opina del lío de las lenguas en el Senado, y de que Chaves tenga que ponerse un pinganillo para comprender a Montilla?

—Soy respetuoso con lo que ha hecho el Senado, además lo ha hecho por unanimidad, pero me llama la atención. Las lenguas están para que nos entendamos, y si nos podemos entender en una lengua, la que sea, ¿por qué no vamos a usarla? Es más fácil usar la lengua común, la de Cervantes, que usar el pinganillo. Soy muy respetuoso con el catalán, gallego o euskera pero hay una lengua que es oficial en toda España.

—Cualquier día tendrá que ponerse el pinganillo en el Congreso.

—Para que eso ocurra será necesario que se modifique la ley, porque la ley no consiente en el Congreso lo que al parecer ha permitido en el Senado.

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