«¿Escribirá ahora un haiku, señor Rompuy?»
E. S.
Cuando fue a votar ayer, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, probablemente era consciente de que estas elecciones han sido fruto de una crisis política que su nombramiento europeo en noviembre pasado hacía inevitable.
El líder democristiano flamenco había sido encargado por el ... Rey de los belgas para que utilizase sus proverbiales dotes negociadoras al frente del Gobierno federal belga tratando de resolver el rompecabezas comunitario. Tal vez se ha dado cuenta de hasta qué punto ha tenido consecuencias el haber aceptado este cargo en la Unión Europea: en el colegio electoral donde le correspondía depositar el voto, en el municipio de Rhode Saint Genese, fue una masa de nacionalistas flamencos la que le recibió.
Rhode es uno de los municipios que han causado el conflicto político actual, puesto que se encuentran en los alrededores de Bruselas, en territorio flamenco, pero poblado mayoritariamente por valones francófonos. A Van Rompuy (democristiano flamenco) no le produjeron ninguna inquietud los gestos de los manifestantes que le rodearon gritando: «¡Flandes para los flamencos!». Sin embargo, en el colegio electoral de al lado, los interventores francófonos tuvieron que protegerse para evitar ser aplastados por las pancartas de los extremistas flamencos.
Van Rompuy, antes de dejar el Gobierno belga, envió a trámite la ley que obligará a los francófonos de estos municipios a votar sólo a candidatos flamencos y cuya llegada al Parlamento es lo que desembocó en la caía del Gobierno. «¿Va a hacer ahora un “haiku”?», le preguntaron a la salida del colegio electoral, a lo que Van Rompuy respondió: «Los “haikus” son para hablar de la naturaleza, no de la política».
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