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Barack Obama visitará Misisipi, Alabama y Florida, los estados más afectados por el vertido, la próxima semana. Investigadores estadounidenses localizan en el fondo del mar concentraciones muy bajas de crudo procedentes de la superficie.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, visitará por cuarta vez en menos de dos meses los estados afectados por el vertido de petróleo en la costa del Golfo de México. Será el próximo lunes, durará dos días y abarcará localidades de Misisipi, Alabama y Florida.
El 4 de junio fue la última ocasión en la que el mandatario estuvo en la zona, coincidiendo con el anuncio del tercer intento de BP por detener la fuga de crudo gracias a la colocación de una campana metálica sobre la misma. El nuevo sistema ha permitido rescatar una cantidad de petróleo equivalente a 73.000 barriles (en torno a 11.600.000 litros).
La compañía petrolera ha anunciado que los beneficios obtenidos con la venta del petróleo que está extrayendo del escape se destinarán a la protección de los ecosistemas de la zona. El dinero que se podría invertir en ellos podría ascender a 5,2 millones de dólares (4,3 millones de euros) si se tiene en cuenta el precio del barril de brent que se baraja en los mercados estadounidenses, unos 72 dólares (65 euros).
Presencia de crudo en el lecho marino
«La Administración Oceanográfica y Atmosférica Nacional (NOAA, en sus siglas en inglés) confirma la presencia (en el fondo del mar) de concentraciones muy bajas de petróleo procedente de la superficie», informó en Washington la directora de este organismo, Jane Lubchenco.
La confirmación, que se ha realizado a partir del estudio de informes de BP, corresponde a una zona situada 1,6 kilómetros mar adentro y a más de 70 del epicentro del vertido.
Las conclusiones llegan después de que el pasado 30 de mayo el presidente de BP, Tony Hayward, afirmara que el petróleo procedente que la fuga era más ligero que el agua, por lo que subía a la superficie en lugar de hundirse.
Por el momento, los investigadores de la NOAA afirman que han encontrado concentraciones «realmente bajas», en torno a 0,5 partes por millón: «No hablamos de ríos submarinos de petróleo».