Violentos de ida y vuelta
Argentina empieza con mal pie el Mundial. Sudáfrica deportó el lunes a una decena de «barrabravas» , versión local de los «hooligans», por considerarlos peligrosos. Algunos de ellos tienen antecedentes penales y hasta condenas sin cumplir. Todos pertenecen a la organización kirchnerista Hinchadas Unidas Argentinas (HUA) y le están provocando al Gobierno algo más que un dolor de cabeza.
El contingente del que formaban parte los deportados estaba formado por ochenta miembros de la HUA. Andrés «Pillín» Bracamonte, Pablo «Bebote» Alvarez o Sergio Gustavo «Flay» Roldán, son algunos de los diez que no lograron cruzar el control de migraciones. Las autoridades sudafricanas del aeropuerto de Johannesburgo les pusieron el veto tras ser advertidos de su comportamiento violento.
La mayoría de los «hinchas» está vinculado con actos de vandalismo, pero lo más sorprendente es que «Flay» tenía prohibido salir de Argentina y cumplía condena por tentativa de homicidio. El «Pillín», también con condena pendiente por su participación en un tiroteo, con «Bebote» y el anterior, en un hospital, disponía de una autorización judicial para viajar fuera del país. La salida masiva de fanáticos de la selección es motivo de preocupación y de severas críticas. En el mismo avión en el que viajaron Maradona y el plantel se «colaron», con billete pagado, unos treinta hinchas que hicieron del vuelo una tortura.
Oscura financiación
El desplazamiento estos seguidores, que anuncian que permanecerán en Sudáfrica durante todo el torneo, provocó que la prensa se interesara por su fuente de financiación. Distintas versiones apuntaron a la AFA (Asociación de Fútbol Argentino) y al Gobierno, pero ambas instancias lo rechazaron. No obstante, la organización Maldita Violencia en el Fútbol tenía previsto presentar ante la Comisión de Ética Pública, que depende del Congreso, una denuncia para que se investigue el comportamiento de los funcionarios del Poder Ejécutivo por el «presunto financiamiento de 235 barrabravas, incluídos en la ONG kirchnerista HUA». Entre estos, figuran algunos de los que la pasada semana se paseaban por el aeropuerto internacional de Ezeiza con los rostros cubiertos con caretas de la presidenta Cristina Fernández.
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