La Policía de Oslo vuelve a arrestar a Jimmy Jump
Consciente de que Noruega esperaba la visita de la Reina de Los Países Bajos, prefirió quedarse en Oslo para volver a asombrar al mundo con uno de sus numeritos
Jimmy Jump, ese individuo que se coló el pasado sábado en la escena del Telenor Arena, mientras nuestro representante, Daniel Diges, interpretaba su canción, no volvió a España inmediatamente según comunicó el domingo a la televisión noruega, NRK, mientras recién salido de la Comisaria donde ... pasó toda la noche, con desparpajo y barba de dos días, se comía una hamburguesa en Asker Brygga, un sitio muy popular de Oslo.
Consciente de que Noruega esperaba la visita de la Reina de los Países Bajos, prefirió quedarse en Oslo para volver a asombrar al mundo con uno de sus numeritos. Pero, dado que las Monarquías en estas naciones nórdicas son sagradas, la Policía de esa capital, enterada de los planes de ese intruso profesional y basándose en la Ley de Violación de la Inmigración, volvió a detener al tal «Jimmy Jum» y le metió en un calabozo de la Comisaria de Grønland. El arresto ocurrió este miércoles a las 16.15 de la tarde cuando ese tipo, acompañado de su supuesto «agente» noruego Alexander Sola, se fanfarroneaba sobre lo que pensaba hacer y contaba que había estado a cinco metros del Rey Harald.
Según explicó Johan Fredrikssen, Inspector en Jefe de la Policía de Oslo, aunque ese sujeto tenía pasaje de avión para el domingo y debería haber salido del país, la atención de los medios de Información noruegos alabó tanto su orgullo que decidió quedarse en la capital noruega para volver a hacer una de las suyas. Ahora un juez determinará la suerte del español que, declarado »persona non grata», será probablemente puesto mañana en la frontera. En esta ocasión, el catalán, que por cierto esta dejando muy mal a España y a los españoles, tenia planes de presentarse desnudo delante de las familias reales holandesa y noruega.
Beatriz de Holanda se encuentra en Noruega en visita oficial de tres días por lo que laa autoridades, que hacen hincapié en que ese hombre no parece ser peligroso, han afirmado con rotundidad: «No queremos tenerle aquí».
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