Bruselas pide una tasa para bancos que financie las futuras quiebras

El comisario europeo de Servicios Financieros, Michel Barnier, ha asegurado que el principio que debe imponerse es el de que “el que contamina paga”, en el sentido de que no puede volver a suceder que ante una crisis financiera sea el dinero de los contribuyentes, vía Presupuestos de los Estados, el que tenga que salir al rescate de las entidades para salvarlas de la quiebra. Barnier ha recordado que el conjunto de la UE se ha gastado el equivalente al 13% de todo su Producto Interior Bruto (PIB) en el rescate de las entidades europeas que han tenido dificultades desde que empezó la crisis.

En todo caso la propuesta, que no es un fondo federal sino la suma de los de los diferentes países, tiene que pasar aún el visto bueno del Consejo de Ministros de Economía de la UE, Ecofin, que se reúne el 8 de junio en Luxemburgo y, posteriormente, será llevada a la reunión del G-20 que tendrá lugar a finales del mes próximo en Canadá con la idea de alcanzar un acuerdo a nivel global.

En el caso de España ya está operativo hace años el Fondo de Garantía de Depósitos dependiente del Banco de España que se encarga sobre todo de amparar a los clientes cuando las entidades tienen problemas. Sin embargo, según Barnier, “la falta de un planteamiento coordinado respecto a cuánto dinero debe recaudarse mediante la exacción y cómo debe utilizarse conlleva un riesgo de falseamiento de la competencia entre los mercados bancarios nacionales y podría obstaculizar la cooperación transfronteriza en situaciones de crisis”.

El objetivo del nuevo fondo sería proporcionar financiación para las operaciones de los “bancos puente”, la transferencia total o parcial de activos o deudas así como la financiación de una división entre “bacnos buenos” y “bancos malos”.

Por otro lado, Bruselas asegura que de aquí a la presentación de una propuesta legislativa formal sobre este asunto, prevista para el otoño, se calibrarán los costes de la medida para evitar que se ahogue a la incipiente recuperación económica y se eleve el coste del crédito para la economía real.

Esta propuesta se enmarca dentro de la filosofía que impera en Bruselas desde que estalló la crisis económica, en el sentido de que la prevención es más barata siempre que la reparación en todo tipo de situaciones, incluidas las crisis financieras.

Bruselas trabaja desde el otoño de 2009 en una batería de medidas para que la crisis financiera de 2008, que se convirtió luego en una grave crisis económica, no vuelva a repetirse en los mismos términos por lo que está diseñando una serie de iniciativas para limitar la remuneración variable de los ejecutivos bancarios, que les ha hecho incurrir en graves riesgos en busca del máximo beneficio de la manera más rápida, darle transparencia a los fondos especulativos (hedge funds en inglés), limitar las ventas especulativas a corto plazo en los mercados, crear una agencia de calificación crediticia europea, crear nuevos supervisores bancarios y financieros así como nueva regulación para prevenir los riesgos.