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«Apóstoles» del balazo

El oficial retirado de la Policía Nacional colombiana Juan Carlos Meneses denuncia que Santiago Uribe, hermano del presidente de Colombia, dirigía, adiestraba y financiaba en los años 90 a un grupo paramilitar responsable de varios asesinatos

ABC Santiago Uribe Vélez

Hace ocho años, cuando era candidato a la Presidencia, Álvaro Uribe la emprendió a gritos con Joseph Contreras, corresponsal de la revista «Newsweek». El periodista acababa de publicar su «Biografía no autorizada de Álvaro Uribe Vélez», en la que cuestionaba al futuro presidente de Colombia y a su hermano, Santiago Uribe, por sus nexos con las bandas de paramilitares de la extrema derecha, los escuadrones de la muerte que en los años noventa asesinaron a miles de personas por «apoyar a las guerrillas». Uribe lanzó ante Contreras un par de exabruptos y dijo que no recibía a nadie que se permitiera cuestionarle de esa forma.

Ahora, ya con un pie en el estribo y a punto de terminar un exitoso periodo de gobierno del que sale con un 73% de aprobación popular, Uribe ve cómo las acusaciones de connivencia con los paramilitares le tocan de nuevo muy de cerca, a pesar de que durante estos años en la Presidencia cerca de sesenta de sus más fieles congresistas han dado con sus huesos en la cárcel por haber cerrado acuerdos políticos con los escuadrones de la muerte, hoy desmovilizados y con sus líderes extraditados a Estados Unidos.

Ayer, los diarios «The Washington Post» y «Página 12» (Argentina) publicaban declaraciones del oficial retirado de la Policía Nacional colombiana Juan Carlos Meneses. En ellas acusaba a Santiago Uribe, próspero ganadero de bravo, de haber creado y mantenido en los noventa una estructura paramilitar que cometió varios crímenes en colaboración con fuerzas policiales en la provincia de Antioquia, de donde son originarios los Uribe.

Según cuenta «Página 12», la denuncia de Meneses se hizo en Buenos Aires hace tres semanas ante un grupo de representantes de organizaciones de derechos humanos en el que figuraba el Nobel de Paz (1980) Adolfo Pérez Esquivel.

Según Meneses, «Santiago Uribe Vélez, hermano menor del presidente Álvaro Uribe, dirigió en los años 90 a un temible grupo paramilitar que mató a ladrones insignificantes, a simpatizantes de la guerrilla y a simples sospechosos de ser subversivos».

El ex policía agregaba que entonces, cuando buena parte de los empresarios y ganaderos pagaban escuadrones paramilitares para evitar los secuestros y la extorsión de las guerrillas, el grupo armado «conocido como «Los doce apóstoles» se entrenaba en la finca La Carolina, donde la familia Uribe tenía un negocio agrícola».

El «estratega» del grupo

Amenazado de muerte, Meneses, cuyas palabras fueron transmitidas el domingo por la noche en el informativo independiente «Noticias Uno», aseguraba que «Santiago Uribe era el estratega y financiaba al grupo». El ex policía denunciante describía «reuniones para discutir quiénes debían ser los próximos asesinados».

«The Washington Post», por su parte, publicaba citas de Meneses en las que afirmaba que «Santiago Uribe decía que su hermano, el entonces congresista Álvaro Uribe, sabía lo que estaba pasando».

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