Imputan al padre del niño al que mató el «pitbull»

El progenitor, Óscar R. R., está acusado de un delito de homicidio imprudente, al considerar el Instituto Armado que «no tomó las medidas de seguridad pertinentes siendo propietario de un perro considerado potencialmente peligroso». Según confirmaron a Europa Press fuentes de la propia Guardia Civil, la imputación se basa en indicios de que este joven «cometió una imprudencia grave por no adoptar las precauciones debidas» con respecto al ejemplar, que supuestamente habría atrapado al niño a través de las rejas de la perrera.

Las fuerzas de seguridad barajaron también desde un primer momento, al existir contradicciones en las versiones de los testigos y vecinos, la posibilidad de que el animal, con el que el bebé estaba familiarizado, estuviese suelto en la finca familiar.

Las mismas fuentes precisaron que el perro sí contaba con el seguro de responsabilidad civil obligatorio en el caso de razas potencialmente peligrosas, al tiempo que matizaron que, en todo caso, la imputación hecha por la Guardia Civil «puede ser corregida, matizada o modificada» por el Juzgado de Instrucción número 1 de Redondela, que es el que ha abierto diligencias en este caso.

El padre del menor está en libertad, tras prestar declaración ante las autoridades policiales. También declararon la madre y los abuelos del niño, en cuya finca tuvo lugar el trágico incidente. El progenitor se mantiene ahora a la espera de ser citado por el juzgado.

El alcalde de la localidad de Pazos de Borbén, Andrés Iglesias, pidió ayer «prudencia» en las valoraciones a raíz de esta imputación, ya que se trata de «un asunto muy delicado». De hecho, Iglesias recordó que las declaraciones de los familiares del niño se retrasaron unos días «para darles un tiempo, porque estaban destrozados».