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El gran transformista

ZAPATERO no es de Cabra ni de Antequera; pero quiere ir a ver al Papa, como los peregrinitos de Federico García Lorca. Los pregones radicales de laicismo, tan excesivos como sus contrarios, no niegan el principio de que todos los caminos conducen a Roma. El ... cardenal Antonio Cañizares y el embajador de España ante la Santa Sede, Francisco Vázquez, trabajan para hacer posible, el mes que viene, la visita de José Luis Rodríguez Zapatero a Benedicto XVI, en el Vaticano, y así será si Dios quiere. Aquí y ahora no cabe extrañarse con nada. España, que siempre fue rarita, ha alcanzado la cima de sus mutaciones y, tras asistir a una guerra sorda, profunda e inútil entre el Gobierno y la Conferencia Episcopal, podemos contemplar ahora un giro copernicano en la actitud del líder que se dice socialista y recorta las pensiones de los viejecitos.

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