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La gloria del antifascismo moderno

TRES ciudadanos griegos murieron ayer asesinados en Atenas por las llamadas fuerzas progresistas -o antifascistas, como dice aquí la tropa entusiasta de la izquierda y sus medios de difusión, que son casi todos. Murieron asfixiados, sin poder salir de un banco al que habían prendido ... fuego esas maravillosas fuerzas del progreso que están demoliendo aquella ciudad en aras del movimiento antiglobalización. Y en protesta contra las medidas que el Gobierno de un Estado en quiebra ha de implantar para que otros países, con el dinero de sus ciudadanos, que tampoco están ni contentos ni sobrados, se atrevan a ayudarle. De momento, tres muertos. Veremos lo que pasa en la cuarta huelga general de un país que nos precede en el hundimiento por inepcia y mentira de los gobernantes. Los bancos, como ya saben todos ustedes, porque aquí en España se lo cuentan los sindicatos, los socialistas y todo el entorno parasoviético que se ha creado en el último lustro, son muy malos. Muy malos los bancos que, con los empresarios, con George Bush y Franco, tienen al parecer toda la culpa de que sociedades modernas se paupericen bajo Gobiernos a los que nadie sensato dejaría la gestión de un quiosco ni siquiera un fin de semana. Lo que llamaría algún dibujante y columnista de los periódicos adictos, vendidos o comprados del zapaterismo, el »capital desalmado».

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