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Parecidos razonables

QUE España no es Grecia resulta un hecho objetivo que constituye una de las pocas verdades de la propaganda gubernamental sobre la crisis. Además de las obvias hay entre la situación de ambas naciones una diferencia interesante; en Grecia fue un gobierno conservador el que ... se fundió el presupuesto y camufló las cuentas públicas en una trama de engaños, dejándole a la izquierda la responsabilidad de un ajuste draconiano para salir de la bancarrota. Aquí fueron los socialistas quienes encontraron un amplio superávit heredado de la derecha y lo derrocharon con alegres políticas de despilfarro. Allí se han levantado los sindicatos en una protesta incendiaria contra las inevitables medidas de control de gasto y reducción del déficit, mientras en España jalean al presidente y blasonan de su capacidad de imponerle un generoso dispendio. Los griegos se van a ver obligados por su mala cabeza a recortar los salarios y las pensiones, mientras el sector público español ha incrementado en un trimestre de recesión más de un cuatro por ciento sus gastos de personal. No, España no es Grecia. Pero eso no quiere decir que no pueda empezar a parecerlo.

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