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El nacionalismo augura autonómicas «constituyentes» si se rebaja el Estatuto

Avanzar hacia algo así como unas elecciones autonómicas «constituyentes». La posibilidad de que el Tribunal Constitucional (TC) dicte esta misma semana sentencia sobre el Estatuto catalán -hay reunión convocada para mañana y el jueves- y la certeza de que ahora mismo no hay campo para la «sociovergencia» está conduciendo a los partidos nacionalistas a fantasear con nuevos escenarios. El primero, la posibilidad de que los comicios del próximo otoño sean un salto adelante a partir de la construcción de una «nueva legalidad», tal y como se trompetea desde ERC y se apunta con más timidez desde CiU.

Ante la percepción de que la sentencia va a corregir a la baja el texto -o al menos así va a ser interpretado desde el nacionalismo, por muy sutil que sea el «cepillado» del TC-, los partidos catalanes ensayan fórmulas para el día después. En este escenario, se da por segura la imposible reedición de la «solidaridad catalana» de principios de siglo en forma de frente único -como pedía el editorial conjunto de los diarios-, así como la posterior creación de un gobierno de unidad, sobre todo por las reticencias de CiU, que acaricia la mayoría absoluta según los sondeos.

«Espada de Damocles»

Si ayer mismo el propio presidente José Montilla reconocía que el fallo del TC es una «espada de Damocles» para el tripartito y que esta fórmula no tiene por qué repetirse, incluso si tras los comicios vuelven a sumar, desde CDC se apostaba por adelantar elecciones después de la sentencia y formar un nuevo gobierno «fuerte» de CiU capaz de afrontar el reto. Lo expresaba el secretario general adjunto de CDC, Felip Puig, convencido de las posibilidades de la federación y alertando a Montilla de que la única posibilidad de que el PSC vuelva a gobernar es con ERC y de ICV.

Según Puig, cabeza visible de la CDC más nacionalista, Cataluña se encuentra ante un «nuevo ciclo político», en el que su partido «respetará» la decisión del TC, pero «sólo acatará la voluntad soberana del pueblo catalán». Si hay recorte del Estatuto buscará «políticamente salidas que vayan más allá de las limitaciones» impuestas por el Constitucional, emplazando pues la respuesta a las próximas autonómicas. Con idénticas intenciones, pero de manera más abierta, en ERC se aboga por una respuesta que rebase la actual Carta Magna, algo que impondrá como condición ante posibles pactos.

Con CiU forzando el paso, el PSC trata de recuperar la centralidad, sin descartar, al menos de cara al exterior, ningún escenario. Así, Montilla explicaba en declaraciones a RAC1 que defenderá del Estatuto «de la primera hasta la última palabra, comas incluidas», y que si la sentencia es cercenadora, como presidente «tomará las medidas pertinentes». Tras los comicios de otoño aseguró que la alianza CiU-PP es segura si ambos suman. Por contra, fue más templado con la sociovergencia: «Todo es posible en política, aunque hay cosas que son poco probables menos en situaciones de emergencia».

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