El cierre repentino del Valle de los Caídos frustra a cientos de turistas

Patrimonio Nacional podría mantenerlo sin visitas durante más de dos semanas

08/04/2010
Actualizado 16/04/2024 a las 07:25h.

«Cerrado por obras de mantenimiento y seguridad. Excepto servicios». El cartel no deja lugar a dudas. Con él, Patrimonio pretendía explicar los motivos que le han llevado a cerrar «sine die»el acceso a la Basílica del Valle de los Caídos. Se trata del séptimo destino turístico con mayor reclamo de la región con 370.000 visitas al año. Esto significa que cada día unas mil personas acuden a ella para recorrer sus instalaciones.

Ese hipotético millar de turistas se quedó ayer con las ganas de adentrarse en Cuelgamuros. ¿Por qué? Sencillo: los trabajos previos para proceder a la restauración de La Piedad ya han comenzado. Y la polémica está ahí: Patrimonio opta por desmontar la gran escultura de La Piedad, mientras la Fundación Juan de Ávalos, aun estando de acuerdo en su restauración, cree que hay que acometerla «in situ» y no desmóntandola pieza a pieza. Cree que de hacerlo como está previsto puede colapsarse y deteriorarse irreversiblemente.

Frustración es el mejor término que podría definir el estado de todos los turistas que ayer intentaban acceder a la Basílica. «¿Pero por qué no avisan? Tenemos que llegar hasta aquí para enterarnos que el Valle está cerrado y que no podemos subir. Si lo llego a saber me ahorro los más de cien kilómetros que me ha costado la excursión», se lamentaba Bernardo. La web de Patrimonio tampoco advertía del cierre y mantenía los horarios habituales.

Y como este turista, otros cientos de curiosos más. Nadie sabía que Patrimonio había cerrado el Valle. Los vehículos que entraban con la intención de comenzar a subir la colina no tenían más remedio que dar la vuelta a la garita de la taquilla para volver a salir del recinto y coger la M-600 para emprender el regreso. Patricia se lamentaba de su mala suerte. «Vine el lunes y estaba cerrado porque es el único día de la semana que no abren. Y he vuelto hoy y también me la encuentro cerrada por obras».

Patrimonio alega que el cierre de la Basílica es necesario para garantizar la seguridad de los técnicos que trabajan en los estudios previos al desmontaje de La Piedad que preside el frontispicio del templo. Desde hace un par de años observan con preocupación que el conjunto de La Piedad que modeló hace 52 años Juan de Ávalos presenta importantes signos de deterioro. En julio de 2008 se desprendió parte de un antebrazo de la Virgen, cuyos trozos cayeron a la escalinata previa a la entrada.

Las dimensiones de la obra son de récord Guiness: seis metros de alto, nueve de ancho y un peso de 150 toneladas. El conjunto está formado por 151 bloques de piedra. Cada uno pesa unos 1.500 kilos.

Para comenzar los estudios y mediciones previas al desmontaje de la obra se ha tenido que retirar la malla metálica que la protegía -desde que se desgajó el antebrazo de la Virgen- lo que aumenta el riesgo de desprendimientos. De ahí que se haya optado por cerrar la Basílica a los turistas. Desde Patrimonio se asegura que la iglesia permanecerá abierta para el único oficio religioso de la mañana.

Una vez iniciado el trabajo de los técnicos, fuentes del organismo público aseguran que el desmontaje de La Piedad podría comenzar mañana, aunque lo más seguro es que se inicie la próxima semana. Todavía no se sabe cuánto tiempo permanecerá cerrado el acceso a Cuelgamuros para los turistas, aunque se apunta que la retirada de la obra puede prolongarse durante quince días.

La piedra caliza en la que está labrada la obra presenta serios problemas. Los anclajes de hierro se han oxidado con el tiempo y han dañado la escultura. Los expertos deben examinar su estructura interna, ya que se han observado fisuras exteriores, pero también podría haber microfisuras internas.

Desde el lunes, técnicos de Patrimonio trabajan sobre el conjunto escultórico. Realizan reportajes fotográficos, así como informes técnicos para instalar los andamios y las medidas auxiliares necesarias para adecuar su entorno como lugar de trabajo.

Posteriormente, comenzará el desmontaje de La Piedad, que se realizará en bloques. Cada uno de los trozos irá depositándose en un taller de estudio y análisis ubicado en la zona de la antigua cafetería del Valle de los Caídos para, tras el informe previo correspondiente, comenzar la restauración de la figura.