El Gobierno gastó 3,5 millones de euros en el V Encuentro de Mujeres España-África

El evento fue continuación de los celebrados anualmente, desde 2006, a partir de una iniciativa del Ejecutivo español para favorecer la igualdad y el desarrollo de las mujeres africanas. La principal impulsora de la idea ha sido la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, presente en todas las ediciones, la primera de las cuales tuvo lugar en Maputo (Mozambique).

A la reunión de Valencia, que resultó polémica, por la exclusión de los actos de inauguración del presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, asistieron unas 500 mujeres de Europa, Iberoamerica y, sobre todo, África. Entre ellas había dos jefas de Estado -las presidentas de Finlandia, Tarja Halonen, y de Liberia, Ellen Johnson-Sirleaf-, varias ex presidentas y un total de 56 ministras.

Las fuentes consultadas por este periódico indicaron que el Gobierno español pagó los gastos de la mayoría de las participantes, lo que incluye los desplazamientos en avión desde los países africanos, en gran parte en clase preferente (en torno a los 3.000 euros ida y vuelta), así como la estancia de dos o tres noches entre el 26 y 29 de marzo en hoteles valencianos. Las presidentas y las ministras se alojaron en el Hotel Westin, de cinco estrellas, y uno de los más lujososos de la ciudad, donde las tarifas publicadas por noche superan los 200 euros.

España, lógicamente, se hizo cargo también del alquiler de las instalaciones de la Feria de Valencia, donde se celebró el acto -en torno a unos 150.00 euros-, de las comidas y, en algunos casos, de los extras de las participantes.

A estos gastos hay que añadir los ocasionados por el desplazamiento de funcionarios españoles para la organización de los actos, aunque algunos ya se encontraban allí para la preparación de la reunión informal de ministros y ministras de Igualdad que se celebró en Valencia los días 25 y 26, dentro de los actos de la presidencia española de la Unión Europea.

Las fuentes informantes señalaron, no obstante, que en la organización del Encuentro «Mujeres por un mundo mejor» se han producido algunos hechos que han llamado la atención. Entre estos, la escasa participación del Ministerio de Asuntos Exteriores, pese a la presencia de mujeres de medio centenar de países de África. Eso sí, al parecer, De la Vega reunió a un grupo de jóvenes diplomáticos, y, sobre todo, diplomáticas, a quienes, en tono distendido y para animarles en su cometido de organización, llegó a decir: «Vosotros sois la NBA de la diplomacia».

Más áun ha llamado la atención el hecho de que De la Vega hiciera venir desde Israel, donde se encuentra destinado, al diplomático Pablo Platas para que participara en la preparación de la reunión. Platas, que trabaja en Tel Aviv desde julio del año pasado, ha permanecido en «comisión de servicio» en Madrid desde el mes de enero y, posteriomente, se ha integrado en el séquito de la vicepresidenta que ha viajado a Nueva York para asistir a la Conferencia mundial de Donantes para Haití.

El diplomático, que trabajó en los servicios de Protocolo del Palacio de la Moncloa hasta junio de 2009, ya conoce bien Nueva York, entre otras razones porque, a finales de septiembre, fue igualmente comisionado para que dejara su puesto en Israel y acompañara a la esposa e hijas del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante su estancia en la capital neoyorquina, mientras él participaba en las sesiones de la Asamblea General de la ONU.

El PP ya ha formulado varias preguntas sobre el coste de la organización del V Encuentro de Mujeres España-África, que ya se celebró en otra ocasión en nuestro país, concretamente en Madrid, en 2007.

España corrió también entonces con todos los gastos, de la misma manera que, al parecer, dado el escaso nivel de desarollo de la mayoría de los países participantes, se hizo cargo de buena parte del costo de la celebración de las ediciones que han tenido lugar en África: la de Mozambique, en 2006, y las mantenidas, en 2008, en Níger, y en 2009, en Liberia, países estos dos últimos que figuran entre los más pobres del mundo.