Su entorno no descarta que sean en otoño, coincidiendo con catalanas y municipales
Domingo
, 28-03-10
«No va a haber cambio de Gobierno en Semana Santa y ahora ya ni es seguro que lo haya en julio, tras la Presidencia Europea». La confidencia hecha a ABC por una persona muy cercana a José Luis Rodríguez Zapatero, el jueves en Bruselas, resume el estado real de una cuestión que ocupa ríos de tinta y horas de tertulia. Él, dice otra fuente, contempla el «culebrón» con el regocijo de quien tiene la sartén por el mango y quiere resarcirse del «patinazo» del anterior cambio, en abril de 2009, conocido por la prensa antes de tiempo.
Una anécdota ilustrativa: nada más tomar posesión el secretario de Estado de Comunicación, Félix Monteira, Zapatero le dijo en broma: prepárate, que esta Semana Santa «tenemos» crisis de gobierno. Esta semana sólo protagonizará un acto: mañana inaugura en León las nuevas dependencias del Grupo de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil. Luego, ha «prometido» a su esposa, Sonsoles Espinosa, que coge vacaciones de Jueves Santo a Domingo de Resurrección. A la vuelta, le espera una agenda cargada con dos mítines por mes en España y viajes internacionales. Uno será la Fiesta de la Rosa de los socialistas vascos (9 de mayo), y otro la convención municipal de Elche, para la que se baraja el 23 de mayo.
El rumor de crisis en esta Semana Santa cobró cuerpo en la quincena maldita de febrero, esa en la que que Barack Obama confirmó que no vendría a España, el Gobierno amagó con cambiar la base de cálculo de las pensiones, la Bolsa se hundió, y hasta se cuestionó unas horas al aumento salarial de los funcionarios. Desde entonces, no hay día en que no se dé a la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, por cesada y a José Blanco como sucesor. Algo que empieza a no gustar al «número dos» socialista, que ve cómo la Comisión negociadora del Palacio de Zurbano se apaga. El factor «mujer», según alguien del entorno del jefe del Ejecutivo, será determinante cuando Zapatero decida destituir a De la Vega. Si es así, Blanco y Rubalcaba lo tendrán más difícil que Carme Chacón.
De la Vega, señalada
De la Vega lleva un mes desmintiendo que esté tan «cansada» como la ven otros miembros del gabinete. Asegura que tiene «respaldo absoluto» de Zapatero, pero éste no se moja. Las fuentes consultadas creen que el factor de las elecciones catalanas, en octubre, y las municipales de 2011 van a pesar mucho en el probable retraso de la crisis hasta otoño.
El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, podría salir del Ejecutivo para reforzar la candidatura de un Montilla «en baja». Sería el momento de prescindir de Miguel Angel Moratinos, si es candidato a la Alcaldía de Córdoba, y de Trinidad Jiménez, a la Comunidad de Madrid.