Hazte premium Hazte premium

Japón consigue que CITES rechace las prohibiciones sobre el comercio de especies marinas

Las artes desplegadas por Japón, con degustaciones de sushi de atún rojo incluidas, han inclinado la balanza hacia este país cuya base gastronómica se sustenta en muchas de las especies que formaban parte de la agenda

Japón consigue que CITES rechace las prohibiciones sobre el comercio de especies marinas

Si el atún era el plato principal de la reunión de CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre), Japón ha resultado ser el comensal más satisfecho al término de la cita este jueves en Doha (Qatar). Y es que la delegación nipona ha sido omnipresente en esta conferencia, que tenía en su agenda la protección de cuarenta especies marinas, así como la autorización para vender existencias de marfil de algunas poblaciones de elefante africano, la prohibición del comercio de productos del oso polar o la protección de algunas especies de plantas muy utilizadas en cosmética y perfumería.

Las artes desplegadas por Japón, con degustaciones para los delegados de sushi de atún rojo incluidas, han inclinado la balanza hacia este país cuya base gastronómica se sustenta en muchas de las especies marinas que formaban parte de la agenda de CITES. Así, ninguna de las peticiones para proteger a ocho especies de tiburón ha sido aceptada, pues éstos son ingrediente esencial de su sopa de aleta de tiburón, rechazo en el que contaron con el apoyo de China, Singapur y casi todos los países asiáticos.

La misma suerte corrieron las propuestas para prohibir el comercio internacional del atún rojo del Atlántico Norte y sus mares adyacentes, del que Japón importa el 80% de los ejemplares capturados. Las dos propuestas presentadas a votación —la original de Mónaco y otra de la Unión Europea defendiendo la pesca artesanal y el retraso de la aplicación de la medida hasta mayo de 2011— no recibieron el respaldo necesario de tres cuartos de los países presentes en la reunión. La primera sólo recibió el apoyo de 20 países, 68 se opusieron y 30 se abstuvieron. La segunda recibió 43 votos a favor, 72 en contra y 14 abstenciones. Con este resultado, ni Mónaco ni la Unión Europea se atrevieron a presentar la iniciativa en el plenario del último día, pues el rechazo estaba garantizado.

Hubo algunas victorias

En los pasillos de esta reunión en Doha, la mayoría de delegados coinciden en que los intereses económicos se han impuesto sobre la conservación a largo plazo . El secretario general de CITES, Willem Wijnstekers, lo explicó gráficamente: «Cuando entran en juego las grandes cifras de dinero, la «s» de ciencia (en inglés, Science) aparece cruzada por dos rayas verticales ($cience)».

Y esto queda demostrado no sólo por el rechazo a las propuestas de conservación de especies de peces comerciales, sino por el veto a restringir el comercio de 31 especies de coral rojo y rosa, usadas en joyería o el rechazo a la propuesta de Estados Unidos de prohibir el comercio de osos polares , sobre todo de Canadá, que exportó unos 300 al año como alfombras o trofeos entre 2004 y 2008.

No obstante hubo algunas victorias . La de Kenia, que consiguió impedir la escala del furtivismo con la inclusión de los rinocerontes en una lista de protección , y el rechazo a la intención de Zambia y Tanzania para permitir una venta de excedentes de marfil. Asimismo, los delegados impusieron controles en el comercio de dos especies arbóreas —palo de santo y palo rosa— que se utilizan en cosmética y perfumería. El resto de especies sobreexplotadas o en peligro deberán esperar a la próxima reunión de CITES, en Tailandia en 2013.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación