Agüero aumenta el caché del Atlético

El argentino no jugó solo numéricamente. Sí técnicamente. Únicamente De Gea, que salvó el tercer tanto portugués con una mano de Dios, y Antonio López, que le dio el pase soñado en el primer gol rojiblanco, le ayudaron de verdad en el éxito del equipo español.

El hijo político de Maradona anotó las dos dianas. La primera, al anticiparse en el primer palo de Rui Patricio para remachar con un toque preciso el excelente centro del capitán. La segunda coronó la grandeza del pase de Reyes. Agüero cazó el balón en el área, descolocó con su frenada a Polga y con un recorte torero de José Tomás dejó paralizado a Caneira, que observó con la boca abierta el disparo con efecto del «pibe». Imparable. Un golazo «diez» del «diez».

El bonaerense firmó con esta exhibición la segunda ventaja del Atlético en el partido. Liedson había igualado la contienda por vez primera en un bonito testarazo. Era una advertencia de la mejoría del fútbol del Sporting. El cuadro español había sido superior en el principio y nunca supo sentenciar la eliminatoria. Agüero no lo puede hacer todo. Sus compañeros, sin garra, sin carácter ganador, dejaron vivo al enemigo. Y los verdinegros son muy peligrosos en las acciones de estrategia. Polga «peinó» el segundo empate en una falta. Y el encuentro mantuvo a los dos equipos al límite del infarto hasta el último minuto. Es el sino de la entidad del Calderón. Un duelo que debió ganar lo sufrió hasta el final.

El club español coqueteó con la eliminación en un segundo tiempo deplorable. «Kun» no se merecía sufrir así. Pegó una patada a una botella, enfadado, cuando Quique le sustituyó.

Jugaron con fuego los visitantes. Saleiro, Pereirinha y Liedson rozaron el tercer tanto. Los reflejos de David de Gea evitaron el desastre. Reyes también creó dos ocasiones claras. Es la primera vez en once años que los rojiblancos alcanzan los cuartos de final en Europa. Siempre al borde de un ataque de nervios.