La Xunta equipara gallego y castellano y da voz a los padres
EVARISTO AMADO
SANTIAGO. Las bases del anteproyecto del decreto de plurilingüismo en la enseñanza pública gallega obligarán a los centros no universitarios a fijar un equilibrio paritario entre gallego y castellano, además de establecer consultas a las familias con periodicidad anual y cuatrienal. La norma ... da cabida también a la progresiva incorporación de una lengua extranjera, predominantemente el inglés, de una forma «gradual y voluntaria» en los centros.
El responsable de Educación de la Xunta, Jesús Vázquez, desgranaba ayer junto al titular de Política Lingüística del gobierno gallego, Anxo Lorenzo, los principios rectores del texto, que sustituye al controvertido decreto 124 /2007 del gobierno bipartito anterior (estipulaba un tope mínimo del 50%, pero no uno máximo, para el número de horas lectivas en gallego).
El objetivo del equipo de Núñez Feijóo radica en dos principios: garantizar el máximo equilibrio entre las dos lenguas oficiales en todos los tramos educativos y dar a los padres la posibilidad de decidir sobre las asignaciones.
Las soluciones a estos dos ejes se han resuelto de diferente manera. En la etapa de educación infantil, la enseñanza se realizará en la lengua materna predominante, que será la mayoritaria tras una consulta previa a las familias anterior a cada curso. Al mismo tiempo, se fomentará el aprendizaje del idioma no dominante en cada aula.
En Primaria, la asignatura de Conocimiento del Medio se impartirá en gallego, y la de Matemáticas, en castellano. El centro decidirá cada cuatro años la asignación del resto de asignaturas de cada nivel, manteniendo siempre el equilibrio entre gallego y castellano.
En Secundaria pasará algo parecido: Sociales, Geografía e Historia; Ciencias de la Naturaleza más Biología y Geología tendrán como lengua el gallego; mientras que Matemáticas, Tecnología más Física y Química, harán lo propio con el castellano. El reparto en el resto de asignaturas seguirá el mismo proceso que en el caso anterior. Al igual que en Primaria, los padres podrán trocar el uso lingüístico de cada bloque (fijar en gallego las que estaban en castellano, y viceversa, siempre por votación mayoritaria).
En Bachillerato y Formación Profesional se seguirá el principio de un equilibrio cuantitativo y cualitativo entre las dos lenguas oficiales. Cada centro tendrá además la obligación de realizar un Plan de Fomento de Lenguas Extranjeras. Las familias podrán solicitar que determinados bloques de asignaturas tengan como idioma vehicular una lengua extranjera, especialmente el inglés, hasta un tope máximo de un tercio de horas lectivas. Los alumnos podrán expresarse en cualquier idioma en el aula, sea a nivel oral o escrito (excepto en asignaturas lingüísticas).
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