«No podía negarme; es como si Alonso le hubiera hecho ascos a Ferrari»

-Una de las condiciones que impuso a los americanos fue que le dejaran mantenerse al frente del Instituto de Oncología del Hospital Valle de Hebrón (VHIO). ¿Qué diría a los que hablan de una nueva fuga de cerebros?

-Les diría que se equivocan porque como usted bien apunta la condición que impuse fue la de no desvincularme del VHIO, proyecto que siempre he vivido como algo personal, y lo aceptaron. Por lo tanto, lo correcto es hablar de codirección, no de fuga. Con mi nueva condición, el proyecto catalán mejorará y también la investigación española.

-¿Cómo va a repartirse?, ¿cuántos meses estará en Boston y cuántos en Cataluña?

-Me iré a vivir allí con mi mujer y mis cuatro hijos, posiblemente en septiembre, mes en el que me incorporaré en el cargo. Respecto al tiempo que estaré aquí, calculo que vendré una vez al mes y que me quedaré unos cinco o seis días. Tampoco cambiará tanto mi situación porque ahora realizó unos 20 viajes a Estados Unidos al año.

- En cuanto a presupuesto (ahora dispondrá de 50 millones de dólares) y personal (pasará de dirigir un equipo de 18 investigadores a uno de 100) el cambio es evidente.

-Sería absurdo no reconocer que en Boston existen las mejores condiciones del mundo para investigar. No obstante, insisto, el centro de Barcelona saldrá beneficiado porque habrá sinergias importantes entre el equipo de Boston y el catalán.

- ¿Por ejemplo?

-En primer lugar, impulsaremos proyectos que sean compatibles. En cuanto a la formación también será un paso importante porque los investigadores podrán ir allí a formarse y también traeremos medicamentos nuevos que beneficiarán a nuestros pacientes.

-¿Ha sentado bien su decisión a la Generalitat o lo ha tomado como una traición?

-En ningún caso lo han visto como una traición porque les he explicado cómo beneficiará a Cataluña. Tienen, además, la experiencia positiva anterior de otros investigadores como Joan Massagué o Mariano Barbacid. Tras recibir la propuesta me entrevisté con la consejera Marina Geli, con el presidente de la Generalitat, José Montilla, y con todos los políticos, porque sé que consideran el VHIO como «un proyecto de país».

-Entonces, ¿no se va desencantado por no haber conseguido respaldo económico?

-En absoluto. Tanto la Generalitat como las fundaciones han arropado siempre mi proyecto, dentro de sus posibilidades.