Monumento abandonado
Las ruinas del Circo Romano de la Vega Baja, uno de los hallazgos de nuestro pasado más importante, ya que significa posiblemente ser las más antiguas de España en la especialidad, estaban a la vista de todo el que se diera una vuelta por el ... lugar de su ubicación. Y así durante años y años, hasta el punto que un servidor recuerda en la época de la infancia haber jugado al escondite entre sus bóvedas, con el debido temor por si tropezaba y me daba un buen coscorrón. En aquel entonces se podía entrar y salir sin inconveniente alguno por estas huellas emblemáticas de la civilización romana.
Pero lo dicho, estaban al descubierto y de tanto pasar junto a ellas los toledanos, pues se acostumbraron a su presencia, hasta no darlas la importancia que se merecían. Era un paisaje conocido, bien asentado sobre el terreno, que permanecía tal cual porque todos estaban conforme con lo encontrado, sin interés alguno por profundizar y extenderse en la propuesta arqueológica.
A su lado, se piensa crear próximamente todo un Museo de Interpretación de un yacimiento, también arqueológico, con miras a los reyes y época visigoda, que a pesar de los pesares, pues hasta ahora mismo dice muy poco de lo que pudiera existir en su interior, pero no se desmaya en el intento de sacar a la luz la armadura de Wamba, o los cascos dorados del caballo de Recesvinto.
Por interés que no quede y siempre la aventura de imitar a Indiana Jones es mucho más atractiva que ponerse a trabajar en la remodelación y rehabilitación de todo un señor Circo Romano que se asoma a los vientos y lluvias sin cubrimiento alguno.
Y llega la madre naturaleza un tanto cargada y se pone a dejar caer agua a todo destajo, llevándose por delante abovedamientos que motivan estropicios en el monumento. Con lo cual, al moverse rápido para intentar arreglar los destrozos, los especialistas salen en los medios de comunicación lamentándose del suceso, aunque todavía, dicen, tiene remedio.
Voces ilustres en motivos toledanos aseguran que no debían haberse descuidado estas antiguas estructuras que son las más seria de la Vega Baja; que hay que buscar dotación económica para ponerlas en marcha y evitar la disgregación de los cascotes, que la Junta de Comunidades tiene que intervenir, que hace falta de la ayuda del Ministerio de Cultura, que Toletum Visigodo debe retraer algunos de sus millones de euros para arreglar antes lo que se ve que lo que pueda estar enterrado. Y más explicaciones e iniciativas que como siempre llegan tarde porque nuestro Circo Romano, el de toda la vida, ya está dañado.
ALFILERITOS
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete