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Timoshenko pierde el puesto de primera ministra

La «Revolución Naranja» puede darse ya por enterrada

Timoshenko pierde el puesto de primera ministra

La “Revolución Naranja” puede darse ya por enterrada. Su último bastión, el Gobierno que venía dirigiendo Julia Timoshenko, la principal cabecilla de aquella revuelta que inundó de manifestantes las calles de Kiev hace poco más de cinco años, ha sido derribado en la Rada (Parlamento ucraniano) por una moción de censura presentada por el Partido de las Regiones, cuyo líder es el recién elegido presidente, Víctor Yanukóvich.

Aunque se veía venir, la “dama naranja” ha reaccionado con rabia y promete una oposición inmisericorde. Asegura además que dejará el Ejecutivo de inmediato para tomarse unas vacaciones. Según la agencia Interfax, la dirección del Gobierno la asumirá interinamente algún viceprimer ministro. Este miércoles se hablaba de Alexánder Turchínov o de Iván Vasiúnik. La moción de censura obtuvo 243 votos a favor, sobre un total de 450 diputados, 17 más de los necesarios para su aprobación. Siete diputados de la fracción de Timoshenko traicionaron a su jefa apoyando la iniciativa.

Una nueva coalición gubernamental

Pero antes de proceder a la designación de un nuevo primer ministro y su Gabinete será necesario crear una nueva coalición gubernamental. La existente hasta ahora, constituida por el Bloque de Timoshenko, la formación Nuestra Ucrania-Autodefensa Popular (NUNS) del jefe del Estado saliente, Víctor Yúshenko, y los partidarios del presidente de la Rada, Vladímir Litvín, se rompió el martes. Así lo anunció Litvín ante los legisladores. Si no surge una nueva coalición en un plazo de 30 días, lo que supondría que tampoco habría otro Gobierno en sustitución del de Timoshenko, Yanukóvich podría disolver la Rada y convocar legislativas.

Según declaró el nuevo presidente ucraniano hace unos días, los tres candidatos que él ve con más posibilidades para reemplazar a Timoshenko son Serguéi Tigipko, que quedó en tercer lugar en la primera vuelta de las recientes presidenciales, el ex ministro de Exteriores, Arseni Yatseniuk, y el “número dos” del Partido de las Regiones y mano derecha de Yanukóvich, Nikolái Azárov. La opción definitiva dependerá del resultado de unas negociaciones ya en curso. Con ser la más numerosa, la formación de Yanukóvich controla sólo 175 escaños en la Rada, lo que le obliga a pactar con otros partidos.

Azárov fue precisamente quien salió al hemiciclo para enumerar los fracasos de la primera ministra y pedir su destitución. Timoshenko tomó después la palabra y advirtió que no dará tregua a Yanukóvich. Dijo que no dispondrá de tiempo para jugar al tenis y al golf. “Tendrá que rendir cuentas ante el país y la oposición cada día”, sentenció la ex primera ministra antes de abandonar la Rada y de que se procediera a someter a votación la moción de censura.

Timoshenko perdió las elecciones ante Yanukóvich el pasado 7 de febrero por un escaso margen de votos y sigue considerando que el escrutinio fue manipulado. El nuevo presidente, por su parte, se dispone a efectuar mañana su primera visita a Rusia en calidad de jefe del Estado. El pasado lunes estuvo ya en Bruselas.

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