Viernes , 19-02-10
De bien nacido es ser agradecido. El nuevo presidente del Colegio de Médicos, Cesáreo García Poyatos, se tomó a rajatabla el aserto y no escatimó palabras de reconocimiento a sus predecesores en el cargo, que asumió ayer en un acto protocolario en el Real Círculo de la Amistad. Empezó por Jesús Aguirre, actual senador del PP pero iniciador de un proyecto renovador en la entidad colegial hace una década del que él, García Poyatos, es deudor. «He aprendido de Aguirre el poder que tiene el impulso y el optimismo para conseguir una misión», señaló durante su discurso ante las en torno a 250 personas que acudieron a la toma de posesión. «Por Fernando León sé que la firmeza y la defensa de las convicciones no están reñidas con la tranquilidad del ánimo», añadió, para llegar a quien ha ocupado la presidencia del Colegio en los dos últimos años, Serafín Romero. «De él he aprendido que todas las empresas que acometamos en la vida deben obedecer a un plan meditado, el cual debe de ser compartido para implicar a los demás», señaló antes de citar a los también ex presidentes Eladio García y Fernando Carlos Rodríguez.
García Poyatos, que en los últimos años ha desempeñado los puestos de vicepresidente y secretario general en la organización colegial, basó una parte destacada de su discurso de ayer en las dos circunstancias que, en su opinión, pueden «condicionar el devenir de los colegios profesionales». «Una es la actual situación de crisis económica y la otra la promulgación de la Ley Ómnibus con la ventanilla única», defendió. «Esta ley que regula la prestación de servicios profesionales buscando una mayor eficiencia, productividad y favorecer la creación de empleo, establecerá qué colectivos deberán de estar colegiados para ejercer su profesión y cuáles no». El nuevo presidente de la entidad de facultativos de Córdoba, que se impuso con claridad a Carmen Rojas en las elecciones celebradas el pasado 9 de diciembre, recalcó que él es favorable a la colegiación obligatoria de los doctores, prerrogativa que hoy no existe. Con todo, en Córdoba hay colegiados 3.400 médicos, «y apenas cincuenta ejercen la profesión sin estarlo». El nuevo dirigente de la institución que aún tiene su sede en Ronda de los Tejares precisó que «esperamos que la Ley Ómnibus deje claro que los médicos, para trabajar como tales, deben de estar colegiados». ¿Y por qué? Por dos motivos fundamentalmente: «Porque la colegiación representa un elemento de control independiente de la praxis y la deontología profesional y debe de suponer una garantía de la relación médico paciente más allá de la dependencia laboral del facultativo».
De otro lado, las palabras de Cesáreo García Poyatos entroncaron con los mensajes que lanzó su antecesor, Serafín Romero, en su toma de posesión, acontecida en noviembre de 2007. «Los médicos tenemos que dejar atrás nuestro victimismo», exhortó el hoy secretario general de la Organización Médica Colegial (OMC), y vino a repetir ayer el nuevo presidente de la entidad cordobesa.
«Es preciso recuperar la satisfacción personal no sintiéndonos agredidos como clase o grupo profesional por las intervenciones críticas en los medios de comunicación, ni por la falta de delicadeza de algunos pacientes y también de algunos gestores», argumentó García Poyatos.
Un sistema «legítimo»
En el acto de toma de posesión también intervino la delegada de Salud de la Junta de Andalucía, María Isabel Baena, que detalló cuál es uno de los principales retos a los que se enfrenta la profesión médica. «Se trata de asegurar la legitimidad social de nuestro sistema para que la sociedad y los pacientes sientan el sistema como algo capaz de responder a sus necesidades, porque lo es», expuso la directiva de la Administración autonómica.
«Esta legitimidad -prosiguió- se consigue con una estrategia continua y sostenida para asegurar que nuestra sanidad sea capaz de incorporar las expectativas de los ciudadanos y responder a las necesidades de salud».

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